Capítulo 13

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Josh y Simone están frente a mí hablando como un par de enamorados, Gia está con Elle en la cocina haciendo una torta de arándanos y pues yo, tengo a Atina. Mi pequeña es la mejor compañía que puedo pedir, no me decepciona, me quiere y no da mucho qué hacer, es perfecta.

Eso dices porque sabes que estamos más solas que piojo en la cabeza de un calvo.

— ¿Dónde vas? — le pregunto a mi gatita cuando la veo bajar de mi regazo.

Ella me ignora y se va a su camita, ya entiendo.

Al quedarme sin mi valiosa compañía pienso en la posibilidad de irme al apartamento de Nick. Me levanto del sofá y voy hacia la puerta.

— Eso, lárgate, maldita ofrecida — escucho una voz a mis espaldas.

¿Cómo dices que dijiste?

Imploro paciencia para no darle un puño en sus malditas tetas de silicona y me giro para mirarla.

— ¿Disculpa? — pregunto.

— Que agradezco que te vayas de mi apartamento. pedazo de ofrecida — dice.

— Esta mujer no valora su vida — susurra Danielle a Gia.

— Retráctate — le hablo a la peli teñida esa.

— No.

— Retráctate — repito acentuando cada silaba.

— No lo pienso hacer — pone cara de indiferencia — tú estabas con mi novio, eres una ofrecida.

Maldita puta falsa esta.

— Lárgate a tu casa y llévate esa maldita bola de pelos contigo — señala a Atina — te doy cinco minutos.

Ey, ey... Con la niña no.

En ese momento veo llegar a Jacob quien mira la escena un poco preocupado. Aquí empieza mi pequeña venganza.

— Bien — espeto — Jacob... ¿Podrías traer mis cosas de tu habitación por favor?

Pongo mi famosa sonrisa de víbora y miro a doña silicona, ella está roja de la ira, no sabe disimular nada, pobrecita. Nicholas y Alex se suman a la fiesta entrando al apartamento.

— ¿Aún no se ha ido esta? — pregunta Alex.

— Justo la estoy corriendo, suegro — dice Anette.

— Hablaba de ti, perra convencida — la mira con cara de pocos amigos — no entiendo por qué sigues en mi edificio, lo infectas, eres una maldita peste.

Anette trata de esconder cuan ofendida se siente, pero no lo logra porque se le nota a leguas.

— ¡QUE TE LARGUES TE DIJE! — me grita de repente la chica.

— Dile a tu novio que me traiga mis cosas — miro mis uñas distraídamente.

— Te las traigo yo — sonríe y se va hacia el cuarto de su "novio".

— Me vuelve a insultar o gritar y no respondo — señalo a Jacob.

— Puedes hacer lo que quieras con ella — se sienta en la barra de la cocina como si nada.

Pasado un rato doña silicona regresa con mis cosas.

— Aquí tienes — trata de entregarme mi maleta, pero yo paso derecho por su lado y me siento en el sofá.

— ¿Sabes qué? — bostezo — ya no me quiero ir.

Enciendo la tele y pongo un programa de cocina. Todos los demás que estaban en el apartamento de Nick y se quedan callados observando la escena. Ella se queda callada y va al cuarto de nuevo.

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⏰ Última actualización: May 21, 2023 ⏰

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