Los secretos más grandes que jamás te imaginaste se pueden revelar gracias a una tormenta y unas brujas en busca de poder.
Derek y Cora nunca conocieron del todo a su madre, ella no era como la recordaban y fue una sorpresa para todos al saber que S...
— ¿Hanna que esta pasando exactamente?, como que ellos son...
— Si, son hijos tuyos y de ella, los dos rubios con cara de mal humor y excelente gusto culinario –dijo Theo interrumpiéndolo ganándose nuevamente la mirada fulminante de la manada Hale-McCall y una de extrañeza por parte de los de la manada de Talia.
— Okay, ¿los demás de quienes son hijos? –cuestionó Oliver viendo a todos mas analista.
— Bueno, están Derek y Cora Hale Swan, que son hijos de Talia y Harry, Scott "Hale" McCall, hijo de Melissa y Talia, Jackson y Liam, hijo de Hanna y Oliver, Allison, hija de Chris y son todos los que son hijos suyos, al menos eso creo –volvió a hablar Theo puesto que los demás no tenían intención de decir lo que ya sabían.
— ¿Los demás de quienes son? –cuestiono Jessica.
— Yo de Josh Martín y Natalie MacCarthy –dijo Lydia ya mas relajada y fijo su vista en Stiles que estaba a su lado.
— Supongo que sigo yo –dijo sin ganas.
— De Noah Stilinski y Claudia Kowalski –dijo y fijo su vista en su novio.
— Mis padres no son de aquí así que no tendría caso decirles –dijo y miro a donde estaba Erica que estaba acariciando el cabello cobrizo de su novio.
— ¿Porque mejor no dejamos el tema de nuestros padres y se terminan de presentar?
Todos los del futuro asintieron de acuerdo con la rubia.
— Bien –dijo Talia y miro a los que faltaban.
— Sammuel Collins, aun esta pendiente lo de Tony.
Theo puso los ojos en blanco provocando un gruñido en el pelirrojo.
— Jessica Olivero y el es Rafael McCall, mi novio, pero supongo que a él si lo conocen puesto a que a mi me miran como si no existiera.
Scott miro al que creía su padre y solo pudo sentir algo muy extraño dentro de su ser.
— Si lo conocemos, me invito a cenar una vez –dijo Derek frunciendo el ceño.
— Perdona la pregunta, ¿pero porque te invite a cenar?, ¿habia reunión o algo?
Stiles puso los ojos en blanco y miro mal al ojiverde.
— Ya superalo –le dijo y Derek le gruño como siempre.
— ¿De que hablan? –cuestiono Rafael sin entender.
— Es que Derek no aguanta nada, ¿verdad Miguel?
El ojiverde se le lanzo y lo estrello contra la pared causando que Alec le gruñera en advertencia y Nolan rodara los ojos al igual que todos.
— Te arrancaré la garganta con mis dientes si me vuelves a decir así, ¿entendiste?
Stiles le sonrió de lado y miro a donde estaba su novio.
— Claro Miguel, entendí muuuy bien.
Derek saco sus colmillos, la manada de su madre estaba expectante y los del futuro solo pudieron rodar los ojos.
— ¿Tu segundo nombre es Miguel? –pregunto Nolan luego de que cayo en cuenta que no sabia esa información, Derek en automático lo volteo a ver y pudo ver esa curiosidad en sus ojos.
— No, solo me dice así por cuestiones que no te incumben.
Nolan bajo la mirada y mordió sus labios para solo evitar decir algo mas, Derek al ver eso soltó a Stiles que miraba al mayor con asombro y una pizca de burla sin saber porque tal escena lo llevo a imaginar muchas cosas.
— ¿Siempre son así? –pregunto Melissa adolescente viendo como todos los del futuro parecían tomarse muy normal las cosas.
— No siempre, a veces solo llegan a las amenazas y el sarcasmo –dijo Scott creyendo que preguntaba por los dos que estaban peleando, pero la realidad era que Melissa preguntaba por la actitud despreocupada de todos.
— Disculpe mamá de Liam y la lagartija, ¿me podría prestar el baño? –dijo Theo y Hanna asintió.
— Esta al fondo a la izquierda, a un lado de la puerta trasera.
Theo asintió y se levanto, para nadie paso desapercibido que Jackson había sacado sus garras al escuchar como lo nombro la quimera.
— ¿Enserio lo soportan? –cuestiono Chris adolescente sin entender como es que en un futuro estaría con él y no con el morenito candente a su lado.
— Con mucha dificultad –dijo Lydia mientras se encogía de hombros y se ganaba asentimientos de todos, menos Chris, Liam y Corey que eran los que podían lidiar con la quimera sin problema alguno aunque la mayoría del tiempo querían golpearlo o borrarle su estúpida sonrisa.
— Si que son raros –dijo Jessica sin poder evitar que su boca dijera lo que su mente pensaba.
— ¿Raros?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
