Una Peculiar Manada

13

~2018~

El calor que emanaba la fogata frente a ellos los comenzaba a incomodar junto al olor a quemado que incomodaba más a unos que a otros.

— ¡Bruja! –grito el menor de todos para llamar la atención de la única mujer que se encontraba custodiandolos en ese momento.

— ¿Se te ofrece algo pequeño? –cuestiono acercándose un poco.

El menor miro sus dientes con asco antes de fijar sus ojos en los de ella.

— Si nos liberas ahora, prometo que te mataré de una forma rápida, no sufrirás mucho.

La mujer sonrió enternecida ante la tontería que habia dicho el lobo.

— Lo siento cariño pero solo podrán ser libres cuando nuestro propósito se cumpla –dijo al tiempo que retiraba algunos cabellos de la frente del lobo.

— ¿Y cuál es su propósito? –cuestiono Deaton con el ceño fruncido.

La mujer sonrió dulcemente sin mostrar sus dientes y dejo de lado al lobo para ver al moreno.

— Desmentir a aquellos que gracias a sus secretos son infelices.

Los seis que estaban sentados frente a la fogata se miraron entre si.

— ¿De que demonios hablas? –cuestiono Rafael con el chelo fruncido.

— Creo que ustedes saben de lo que hablo, solo tienen que dar un vistazo al pasado, será como si despertarán está esa mañana en que cambio y a la vez no se modificó nada, solo un sueño confuso y muchas explicaciones por venir –susurro lo último causando que una corriente de aire entrara en la cueva y la fogata se apagará.

— Deja de hablar con nuestros afligidos inquilinos –dijo una anciana que había aparecido de la nada sentada al lado de Melissa que tenía el corazón acelerado.

— Lo siento madre Gothel –susurro la mujer haciendo una leve reverencia.

— Cómo sea, aún falta que los otros niños sepan –dijo la anciana antes de chasquear sus dedos y encender la fogata nuevamente.

~1982~

La noche había caído tan solo hace 2 horas y había algunos que aún no podían conciliar el sueño.

— ¿Scott? –pregunto Malia con la esperanza de que ya durmiera.

— ¿Si? –cuestiono subiendo su mirada y ladeando un poco su cabeza para verla a la cara.

— ¿Crees que al volver será lo mismo?, digo, ahora entiendo porque Melissa no aprobará nuestro relación... Somos primos Scott –susurro lo últimos.

— Si... –murmuro regresando a la posición anterior.

— Lamento no haber prestado atención antes –finalizo Scott causando que Malia lo abrazara con cuidado para no despertar a Kira que dormía tranquilamente y sin preocupaciones.

— Deberían hablar de eso cuando estén los tres concientes, recuerden que no solo son ustedes dos –les aconsejó Chris que mantenía a Theo en sus brazos mientras acariciaba su castaño cabello.

— Buenas noches Chris –murmuro Malia con una pequeña sonrisa.

El cazador solo asintió y se dispuso a bajar la mirada para ver a su novio dormir entre sus brazos.

— Me podrías contar un poco sobre él –pidio el Chris menor que supuestamente estaba dormido hace unos segundos.

— Solo te diré que al principio querrás matarlo, a veces aún quiero.

El menor miraba con asombro el brillo lleno de cariño y amor que estaba en los ojos de su yo mayor.

— Debe tener algo muy bueno para amarlo tanto –comento en voz baja viendo hacia el chico que protagonista de su conversación con curiosidad.

— Theo no siempre fue un niño bueno y tal vez nunca lo sea del todo, al menos no como lo era antes de los 9 años, a matado y a salvado personas, a luchado y a perdido guerras y aún así estaría dispuesto a morir por las personas que ama incondicionalmente aunque nunca lo admita del todo.

El menor asintió sin saber cómo es que su mano se había acercado tanto al rostro del castaño y ahora quitaba algunos cabellos de su frente que no tardaron nuevamente en caer y así hacerlo reaccionar.

— Ese es el efecto que causa –murmuro el mayor causando que su yo menor lo mirara.

— Cuando lo conozcas solo apunta cercas de sus pies, hará que confíe más rápido en ti cuando lo quieras conquistar.

El menor asintió bajando su mirada a dónde las manos de la quimera se aferraban a la chaqueta de su yo mayor.

— ¿Cómo se supone que siga con mi vida ahora que se que caeré ante un niño egocéntrico?

El mayor se encogió de hombros.

— De la misma forma en que todos lo haremos, dejaremos que la corriente nos lleve a dónde nos corresponde sin dejar de disfrutar lo que tenemos y conseguiremos, no nos engancharemos en algo que aún no está a la vuelta de la esquina –dijo Anthony interfiriendo en la conversación.

Ambos Chris lo voltearon a ver, estaba siendo abrazado por el pelirrojo que dormía tranquilamente con la cara metida en el cuello del Hale.

— ¿Aunque eso implique tu muerte? –cuestiono el joven Chris con curiosidad.

— Mientras eso llega, disfrutaré cada momento, no desperdiciarse ningun segundo.

El pelirrojo lo acercó más a él inconscientemente al sentir el leve aroma a nostalgia.

— Él te ama, sufrió mucho pero ahora está bien, se casó y adoptó a una niña, en ocasiones, cuando voy a Francia lo veo, su casa está frente a la mía, mi padre decía que nunca logro verlo tan feliz como lo estaba contigo pero hay distintos tipos de felicidad y francamente Gerard nunca la experimento por mucho tiempo.

Anthony asintió con una pequeña sonrisa.

— ¿Así que el viejo se fijaba con que podía fregarnos la vida?

El mayor asintió dándole la razón.

— Sus hombres te asesinaron, cuando te encontraron ya no podían hacer mucho, el aconito ya había llegado a todos los rincones de tu cuerpo, solo le susurraste un te amo antes de cerrar los ojos.

Anthony sonrió con una pequeña risita escapándose de su garganta evitando que un sollozo saliera y despertara a todos pero las lágrimas si salieron sin poder evitarlo.

— Lo lamento tanto –finalizo el mayor regresando su vista a su novio que ya se estaba removiendo en busca de más calor corporal.

— También yo –susurro Anthony con la voz tan baja y quebrada.

El cazador más joven prefirió solo ignorar a su yo mayor y al pelinegro, se volvió a acomodar para conciliar el sueño pero no estaba seguro de poder lograrlo, al menos no pronto.

Continuará...

03-01-23