⍣ Capítulo 20 ⍣

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Capítulo 20

- ¿De verdad es lo que quieres Mew? – preguntó Gulf conmovido. Y que jamás pensó que alguien fuera a pedirle matrimonio, más bien siempre había sido al contrario, él creía que al ser el activo dominante tendría que hacer la propuesta.

- ¿Estar contigo y tener familia? Claro que sí – respondió – te prometo ser un buen esposo y un buen padre para nuestros hijos –

- Yo no puedo... no puedo embarazarme –

- Ya lo sé, eres un hombre, pero eso no nos impide que formemos una familia – replicó Mew – entiendo que tengas dudas sobre mí, pero me estoy esforzando por ser lo mejor para ti –

- Mi amor – Gulf le pidió a Mew que se pusiera de pie y lo rodeó su cuello en un tierno abrazo – ya eres lo mejor para mí sin tener que hacer el más mínimo esfuerzo – besó su mejilla – claro que acepto ser tu marido y tener una familia, sé que serás un esposo increíble y un padre extraordinario –

- Por un momento creí que no querrías tal compromiso conmigo –

- Solo me asusta la rapidez de todo esto, pero si lo pienso mejor no hay nada que temer, tenemos la seguridad que queremos estar juntos, así que te seguiría hasta el fin del mundo –

- Esas palabras te las dije yo – Mew besó su nariz. Era un gesto que le gustaba mucho hacer.

- ¿Lo ves? – sonrió Gulf – somos el uno para el otro, pensamos lo mismo –

- Te amo, mi precioso ex mafioso –

- Te amo, grandulón –

Mew apretó su agarre en la cintura de Gulf y lo acercó a su cuerpo para besarlo lentamente. Era fascinante para él compartir esos momentos con su ahora prometido porque las emociones que experimentaba su cuerpo no solo eran placenteras, sino que llenaban de una extraña felicidad su corazón. Una felicidad que antes nunca pudo disfrutar.

Por culpa de su padre, había estado a punto de perder la oportunidad de encontrar a alguien, que a pesar de su dolor, de su pasado y de la oscuridad de su alma, estaba dispuesto a intentarlo con él. Alguien por fin lo quería como era y con todo lo que tenía. Y justamente lo estaba besando en esos momentos.

- Será mejor que me vaya – habló Kavi pero ni Mew y mucho menos Gulf prestaron atención. El mayor de los hermanos solo rodó los ojos y los dejó solos en la habitación.

- Ahuyentamos a mí hermano – murmuró Mew con una sonrisa sin despegar sus labios de los de Gulf.

- Olvídate de él y concéntrate en mí – dijo Gulf un poco celoso pero el otro no pudo notarlo.

- Cuando estás cerca, no hay nada que pueda robarte mi atención – confesó Mew.

- Más te vale Mew Suppasit – estiró los cabellos de su nuca – no me gusta compartir –

- No tienes que compartirme con nadie, solo te quiero a ti –

Mew capturó nuevamente los labios de Gulf y con cuidado lo empujó a la cama. No tenía idea de que su chico fuera celoso, pero no tendría que preocuparse jamás de eso. Gulf había robado por completo su corazón, porque no solo estaba enamorado físicamente de él. Gulf era ese rayito de esperanza que siempre quiso en su vida. La única luz, en realidad.

Se colocó encima de él con el debido cuidado de no dejar caer todo su peso encima. En ningún momento separaron sus labios porque su necesidad de respirar podía esperar. Era mayor su anhelo de sentirse unidos como nunca se habían sentido con alguien antes.

Enemigo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora