⍣ Capítulo 9 ⍣

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Capítulo 9

Dmitri Kuznetsov era sobrino del considerado "jefe de jefes" de todos los sindicatos mafiosos rusos en el mundo y era descrito por el FBI por como el mafioso más peligroso del mundo, Semión Moguilevich.* 

(*Él es un mafioso de la vida real).

En Rusia, Moguilevich era muy conocido por mandar a acabar a sus enemigos en emboscadas que terminaban en tiroteos y con coche-bombas. A los pobres desafortunados que lograba capturar con vida, les infringía toda clase de torturas, pues disfrutaba mucho ver el dolor en las caras de sus enemigos. Ahora, estaba en Tailandia buscando cobrar la muerte de su querido sobrino Dmitri, él único hijo de su difunta hermana Anna, el único pariente que le quedaba con vida. 

Moguilevich tenía una larga y muy estrecha relación con los Kanawut pues había sido amigo cercano del abuelo y del padre de Gulf, así que sabía que éstos no habían sido los responsables de la muerte de Dmitri, además, el pobre Gulf también estaba desaparecido y se decía incluso que había muerto aquella trágica noche. Pero hierba mala nunca muere, así que ese "chiquillo" debía estar vivo, no por nada era un descendiente de los Kanawut. 

Así que, a pesar de que su condición penal dictaba que era un fugitivo, con los contactos adecuados había logrado salir de Rusia sin ser detectado por ninguna agencia de seguridad ni nacional ni extranjera y así viajar directamente a Tailandia para saldar cuentas con los responsables de la muerte de su sobrino y de paso ayudar a encontrar a Gulf si es que éste seguía con vida. 

- Bienvenido a Tailandia señor Moguilevich – Aran hizo una reverencia al recibir al mafioso ruso en una de las casas de seguridad que pertenecía a Gulf y que estaba establecida en una hacienda a la afueras de la ciudad.

- ¡Tan tiempo sin saber de ti Aran! – saludó el hombre mayor con alegría a pesar de la situación que lo tenía en aquella hermosa nación asiática – creo que la última vez que nos vimos fue en el asalto de los Yankees a Siria ¿No es así? –

- Si señor, es un placer verlo de nuevo – a pesar de la rudeza de Aran, siempre era condescendiente con las personas que tenían mucho poder, Moguilevich sin duda alguna era una de ellas. 

- ¿Qué fue lo que pasó Aran? – preguntó directamente el soviético - ¿Por qué permitiste que las cosas se salieran de control de esta manera? ¿Dónde estabas si tu deber era proteger a Gulf? además mi sobrino también ha muerto, él era mi único heredero, él iba a recibir mi imperio – comentó el ruso pues sus hijos habían sido asesinados también, varios años atrás.

- Los Chanthara nos emboscaron, organicé la operación y mi lord se iba a encargar de todo mientras yo iba a Taiwán por el asunto del asesinato de Tanya Chanthara, no se suponía que las cosas fuesen a salir mal – respondió bajando la mirada – sé que le he fallado a mi lord, pero lo encontraré y lo traeré de vuelta, y cuando éste de regreso en casa tendré que morir como lo dictan mis creencias –

- Esas creencias tuyas son un disparate – le dijo el ruso sin temor de ofenderlo mientras le daba una palmada en su espalda. Conocía muy bien a ese hombre y sabía que era capaz de dar la vida por su preciado lord – pero ahora dime ¿Qué vamos a hacer? Estoy aquí para destruir a los que destruyeron a mi pequeña familia y de paso encontrar a Gulf –

- No se preocupe señor Moguilevich, con nuestras fuerzas unidas fácilmente podremos derrotar a los Chanthara – dijo Aran con decisión dispuesto a contarle el plan que había decho para destruir completamente al clan enemigo. 

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La habitación se quedó en silencio después de las audaces palabras de Gulf. La respiración de Kavi se volvió agitada a pesar de que no había hecho ningún movimiento que denotara fatiga física. Gulf miraba con detenimiento a Mew sin expresar ningún tipo de temor, aunque ahora era consciente de que la persona que estaba frente a él no era el mismo chico de unos segundos atrás.

Enemigo PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora