Enemigo Perfecto

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Capítulo 16

Aran no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Un hombre alto y corpulento, vestido con el típico uniforme de la armada de los Estados Unidos estaba a un lado de él sin inmutarse, parecía que veía un lindo atardecer en lugar de un escenario de guerra. Su instinto de supervivencia lo hizo retroceder un poco y lo apuntó con el lanzamisiles.

- ¿Eres un maldito soldado yankee? – preguntó furioso. Aran tenía una fuerte aversión en contra de los estadounidenses.

- ¿Qué? – el hombre se miró el uniforme - ¡Oh no!, lo robe hace tiempo, es solo un disfraz para el momento – dijo con calma – no sabía que usar para la ocasión, así que opté por esto -

- ¿Quién demonios eres tú? – cuestionó Aran.

- Mew Suppasit, es un placer – extendió la mano pero no hubo respuesta amistosa por parte del Pakistaní.

En su lugar, Aran activó el lanzacohetes y le apuntó a Mew directamente a la cara, aunque no era tan estúpido como dispararle antes de que le diera información de Gulf Kanawut. Encañonarlo era un mero acto de intimidación.

- ¿Dónde tienes a mi lord? – preguntó furioso.

- ¿A quién? – Mew lo miró confundido.

- ¡Mi lord! – gritó molesto - ¡Gulf Kanawut!

Mew entrecerró los ojos y entonces reconoció al hombre. Aran Al-Husayni, el matón de Gulf, su hombre a cargo de las operaciones sangrientas del clan, el segundo al mando después de Gulf, un sujeto que le apuntaba con un arma demasiado peligrosa directamente a su rostro. Quiso dejar salir a Mewlbert o incluso a Mewlion, pero había hecho una promesa a Gulf y haciendo un esfuerzo sobre humano reprimió los deseos de desaparecer y dejarle hacer su trabajo a otros.

- ¿Por qué estás apuntándome? – preguntó tratando de mantener la calma – no sé cómo sean las cosas en Pakistán pero aquí, si te doy la mano la estrechas como saludo, no le apuntas al otro con un lanzamisiles – pareciera que Mew estaba bromeando, pero la seriedad con la que dijo esas palabras y la expresión seria de su rostro daba a entender que iba en serio.

- No soy un tipo que soporte las bromas infantiles – alegó Aran – tienes cinco segundos para decirme dónde mierda tienes a mi lord Gulf Kanawut –

- Primera, no estoy bromeando – respondió Mew – segunda, yo no tengo a Gulf Kanawut, y tercera, no es un lord – lo miró a los ojos y endureció la mirada – es un príncipe – Mew conocía todos y cada uno de los sobrenombres de Gulf, y lord no era uno de ellos.

Aran estaba comprobando que todo lo que decían de Mew Suppasit era cierto, era un imbécil de primera que se quería pasar de listo con sus cometarios infantiles y sin gracia, pero con él se había topado con pared.

- Baja tu arma que estoy de tu lado – indicó Mew girándose nuevamente a la mansión de los Chanthara – lo mejor será dejarlo sin su defensa, debemos matar a todos los hombres que están al frente, solo así los que están vigilando dentro y detrás de la casa podrán salir de su escondite y tendrás la oportunidad de atacarlos desde atrás – explicó después detalladamente.

- De hecho ese es el plan, pedazo de idiota –

- Bien, entonces pensamos igual – Mew encogió los hombros – iré al frente y tú puedes ir preparando el ataque por atrás –

- ¿Quién te ha puesto a cargo? – Aran lo tomó por el hombro cuando Mew ya se dirigía a la mansión – no te vas a mover de aquí hasta que me digas dónde tienes al líder del clan Kanawut –