Me enamoré por error ©

Capítulo 5

Capítulo 5: Citas

— Bueno, hasta luego chicos — se despidió Jeremy llevando su mano a la sien como militar.

Lo quedé mirando sin entender, ¿se va a ir? está loco.

— ¿Qué? ¿Me sacaste de casa para nada? — me puse enfrente de él.

— Olvidé mencionarte eso - Jeremy rascó su nuca -. Pues me arrepentí rubia - añandió.

—Eres un...

—Ok, Jeremy, si la invitaste debes de quedarte ¿no es así? —preguntó Franco mirando a Johnny que estaba muy entretenido conversando con Chloe.

— Ah, sí, por supuesto — respondió John.

— Mira Jeremy, escúchame, como no te quedas ahora mismo, las ganas que tengo de patearte las bolas no me las quita nadie ¿oíste? — amenacé apuntándolo con el dedo índice.

Tomó mi dedo con su pulgar e índice y lo movió a otra dirección.

—Mira rubia, tú ni nadie me dice que hacer, si yo no me quiero quedar es mi problema.

Dicho eso se da la vuelta para subirse al auto pero fui más rápida, en un segundo quité las llaves de su mano y me subí al auto encerrándome.

—Emily, no tengo ganas de juegos tontos, ¿harías el favor de bajarte?

Bajé el vidrio hasta la mitad para que me oyera.

—Yo tampoco tengo ganas de jugar, pero ¿te digo algo? Me gustaría manejar, y que mejor que aprovechar este momento para hacerlo.

Jeremy abrió los ojos como plato y se acercó a la ventana.

—Está bien, tú ganas, pero que esta sea la última vez que te subes a mi auto sin mi permiso.

—Trato hecho —sonreí triufante y me bajé del auto, su cara se suavizó —. Pero, yo tendré las llaves, uno nunca sabe si escaparás ¿o si?

Oí la risa de Chloe y Franco, miro hacia los alrededores buscando a Melina pero por lo visto, ya están adentro.

Narra Franco

—¿Qué pedirás? —Johnny le preguntó a su invitada mientras estábamos sentados en las mesas.

— Una hamburguesa con una bebida Light por favor —respondió Melina.

— Ok, ¿y tú? —preguntó mirando a Chloe y luego a Emily.

— Me apetece compartir una pizza y un jugo de naranja —dijo Chloe.

— Yo quiero una hamburguesa sin queso acompañada de papas fritas, nuggets y un jugo natural de durazno.

Esta chica si que tiene estómago.

— ¿Algo más? —preguntó Jeremy con sarcasmo.

— Fíjate que no Jeremy, y espera un momento Johnny —Emily saca el monedero de su bolso y deja unos billetes en la mesa —aquí está lo mío.

— Tú no pagarás nada Emy —Jeremy rueda los ojos.

—No me digas Emy estúpido.

No aguanté las ganas de reírme y solté una carcajada. Una patada llega a mi pierna por debajo de la mesa.

— ¿Pueden hacernos el favor de pelear en privado? —interrumpió Johnny —chicos ¿me acompañan hacer la fila?

Me paré de la mesa y tiré del brazo a Jeremy que seguía mirando a Emily con los ojos entrecerrados. La chica le mostró el dedo de en medio y Jeremy se levantó.