Me enamoré por error ©

Capítulo 42

Capítulo 42: Todo puede pasar

Narra Johnny

Derek sí que sabe hacer que sus fiestas sean las más envidiables del lugar. El ruloso silbó netamente sorprendido por lo que me imagino que ha visto.

— Hombre... ¿y a ti qué te pasa? — bebí un poco de mi bebida.

— Creo que Cupido me ha dado un flechazo —habló como idiota y puso cara de enamorado y luego ríe.

— ¿A quién estás mirando como acosador? —dije entre risas e intento de buscar a una chica con grandes caderas ya que esas son unas de sus preferidas.

— A la rubia.

Ahora mismo su expresión es la de un lobo con la lengua afuera y con los ojos de corazones.

En cuanto miro no tardo en dar con la chica y me sorprendo al notar que es la mismísima Emily. Me parece extraño que haya llegado sola, en cuanto me ve, se acercó con una sonrisa.

— Creí que mirabas a alguien con un culo de Nicki Minaj —me burlé por lo bajo.

— Dios mío creo que me dará un infarto.

— No te creas mucho que Jeremy es su novio y si se entera que te la estás flirteando te mata —dije rápido ya que la rubia está aquí.

— ¡Por fin una cara conocida! —exclamó divertida y me abrazó por unos segundos y seguidamente miró a Derek — ¡Hola! Soy Emily —saludó con la mano.

No puedo creer lo que estoy viendo ¿Derek acaba de ponerse rojo? Debe ser también por las cervezas que se ha bebido.

— Emily ¿en dónde est...? — Derek me interrumpió.

—Tienes lindos ojos, ¿qué color son? ¿Azul mar? ¿Celeste cielo? —halagó a la chica.

— Gracias, pero son verdes —respondió Emily con una sonrisa.

—Oye Em... — Quiero continuar.

— ¿Me los regalas? — preguntó guiñándole un ojo.

— Sus ojos tienen dueño y ese soy yo —apareció Jeremy por la espalda de Emily y pasó un brazo por su hombro indicando que la chica no está disponible —. Con mi novia no, Derek.

El susodicho asintió y levantó el vaso vacío para luego irse. Unos brazos rodearon mi cuello y besaron mis labios sin haber visto quién era.

— ¡Johnny! — Oh, Melina. Saltó y enredó sus piernas por mi cintura. — ¿Me extrañaste?

«Siendo honesto, no. Ni siquiera un poquito.»

— Más que a nadie —dije mirando al frente y Chloe observa incómoda.

La dejé en el suelo y Franco me saludó con un movimiento de cabeza.

— Amor ¿quieres un trago? — Jeremy colocó su barbilla en el hombro de Emily — ¿o quieres agua? — preguntó con sarcasmo.

— Agua, tengo que estar con la sangre limpia para conducir por si te emborrachas —besó su mejilla.

Quisiera tener una novia atenta y preocupada como Emily. Necesito a esa novia en mi vida, necesito a Chloe. Y aprovecho de tirar su brazo en el momento que Franco y Melina acompañan a los chicos a la cocina.

— No me has saludado como se debe.

Ella alzó una ceja.

— ¿Por qué tengo que estar saludándote cuándo el que me miró con desprecio y asco fuiste tú? —se zafó de mi agarre.