Be My Forever ✩Choni✩

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Los padres de Toni casi pudieron inscribirla en una escuela, no era como Riverdale High al contrario, es una escuela pública y una educación inferior, pero era la única que la aceptaría en esta época del año. Casualmente, es la misma escuela que Peaches, a la más baja no le importaba el hecho de que la educación era baja, los estudiantes eran de bajos recursos o cualquier otra cosa, estaba emocionada de conocer gente nueva.

- La gente es agradable. -

Comentó Peaches, alternando golpes de derecha e izquierda en la bolsa de boxeo que sostenía Toni.

- Te va a gustar. -

- Eso espero, simplemente no quiero meterme más en pobremas. -

Suspiró al recordar la semana pasada. No estaba segura de cuánto tiempo necesitaba Cheryl para poder acercarse de nuevo, pero no recibió ninguna señal. Verónica tampoco se mantuvo más en contacto, sintió que todo se estaba perdiendo con su expulsión.

- ¿Vas a ir al partido de Archie hoy?-

Preguntó Toni, sabiendo que la pelirroja invitaba a todos a ir.

- Yo iré y tú -

- Tengo que irme, mi amigo quiere que haga algunas fotos. -

Ella se encogió de hombros. Jughead le había pedido a la morena que tomara las fotos mucho antes de que la echaran, es un juego de bulldog y definitivamente habrá una presentación de las vixens. Probablemente verá a la pelirroja hoy.

- Entonces, ¿vas a ver a tu chica? -

- No sé si es mi chica, lo sabes. -

Peaches detuvo sus movimientos, mirando a Toni mientras sentía su cuerpo entero sudar. Respiró hondo unas cuantas veces, la más pequeña tomó una botella de agua helada y se la entregó a su amiga.

- ¿Te diste por vencida con ella? -

preguntó con interés.

- Ella pidió tiempo, y se lo estoy dando. - Ella se encogió de hombros.

- Si quieres te doy consuelo. -

Sugirió Peaches, tomando un sorbo de agua mientras le guiñaba un ojo a Toni. Ella se rió, negando a la chica. Toni no lo sabía, pero su compañera de gimnasio definitivamente podría intentar algo si no fuera por la chica que habla tanto. A diferencia de Peaches, la más pequeña no tenía interés, Cheryl todavía estaba en todo su corazón y mente.

***

En el campo de fútbol, ​​Cheryl suspiró irritada por sus vixens. Habían entrenado desde principios de año hasta hoy, pero todavía no era perfecto. La pelirroja siempre buscó esto, la perfección y de hecho, sus compañeros nunca lograron darle. Respiró hondo una, dos, tres veces tratando de calmar sus nervios, pero se sentía realmente imposible.

- ¡Vas a enloquecer! -

Verónica habló con su amiga, tenía la mano pegada a la de su novia. Cheryl apartó la mirada de las dos, era extraño pensar que había tenido momentos así con Toni y ahora ni siquiera la ve más. Si y estaba frustrada porque Honey no se rendiría con la expulsión, era mucho más terco que la pelirroja.

- ¡Estas chicas no me obedecen! -

Gruñó, cruzando los brazos.

- Cheryl, todo está bien, los pasos son correctos y no entiendo por qué estás tan enojada. -

Verónica dijo que sabía que su amiga es perfeccionista, pero no fue por eso. Últimamente, Cheryl no parecía ser su yo normal, desde que expulsaron a Toni, estaba aún más enojada por no poder convencer a Honey de que la aceptara.