Chungha lo movió con un pie, pero el menor no hizo amago de despertar.
—Mamá, creo que se murió—murmuró. Ella claramente no tenía aún sus cinco sentidos en funcionamiento.
—¡Chungha! Hija, ¿cómo vas a decir eso, mujer loca?
—¡Pero mamá, no se despierta!
—Es normal, si medio lo drogaste—desde la puerta el esposo de la muchacha acusó.
—¡Tu tampoco ayudas!—la señora Lee lo señaló con un dedo—. Fue una mala idea que le dejara tomar alcohol contigo. Muy mala idea.
Oh, claro que había sido una mala idea. Se suponía que Chungha lo llevaría a cenar, y estaba pactado que podían tomar algún trago pero nada extravagante. Y el resultado fue, dos personas borrachas a no poder más y un conductor malhumorado.
Todo mal.
Decidieron dejarle dormir todo lo que quisiera, y así fue como Jeongguk despertó casi dos horas más tarde con un intenso dolor de cabeza.
Se sentó en la cama, con el pie en el suelo, y ahí se quedó inmóvil. Aturdido.
No recordaba como es que había llegado a la habitación pero al menos, estaba a salvo. Luego de asearse bajó en busca de quien sea que estuviera.—Tía Lee, buenos días—saludó entrando a la cocina, ella estaba calentando agua en un jarro.
La mujer le sonrió.
—¡Cielo, al fin despiertas! Estaba preocupada por ti.
—Si, yo...—se rascó la nuca, bostezando—, ¿dónde está Chungha?
Ciertamente quería matarla, pero ella no tenía la culpa de su borrachera. En algún momento de la noche cuando profundizaron en ciertos temas la tristeza había llegado y la única manera que encontró de calmar su cabeza fue con el dulce sabor del alcohol.
—Salieron a caminar, tu prima aún estaba algo... mareada.
—Lo lamento, yo también bebí mucho—see disculpó apenado, pero la mujer solo le pellizcó una mejilla con ternura y le dio una taza con café—. Muchas gracias, tía.
Le pidió a Lee que por favor le llevara la taza hasta el jardín trasero ya que quería tomar aire fresco, y con gusto la mayor realizó lo pedido, dejándolo solo segundos después.
La sutil brisa chocaba contra su rostro y le encantaba, mientras sentía el calor de la bebida bajarle por la garganta y subir su temperatura corporal mínimamente. No era un fan del café pero debía admitir que estaba delicioso.
Una pregunta se le cruzó por la mente de la nada, cuando una mariposa se asentó en una de sus rodillas.
¿Qué estará haciendo Taehyung?
Se había vuelto una costumbre para Kim estar con Park, se la pasaban de allá hacia acá pegados como mugre y uña. Esa tarde se encontraban en una banca del parque, mirando la fuente de agua y a los infantes correr por doquier.
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𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸
FanfictionDesde que Jeongguk regresó a Seúl con su madre, no pudo quitarle los ojos de encima al peculiar hijo de los Kim. Y desde que Taehyung conoció a Jeongguk poco a poco se fué confundiendo aun mas, pero entendió que lo suyo con Hoseok no iba más. •.•.•...