𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒕𝒓𝒆𝒔

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¡Atención!

Este capítulo contiene una sutil mención de contenido explícito, que si desean, pueden saltarse. Daré aviso con los mismo emojis amarillos de quí, cuando esa parte esté por dar comienzo.

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Ggukie🐰💜


- Perdón, hoy no puedo. No voy a estar en casa hasta la tarde.
Enviado 15:01.

Ese mensaje no dejaba su mente. Eran cuatro palabras secas, frías, y sin el toque del Jeongguk que conocía y era su novio. Pero no indagó, puesto que si le buscaba el lado positivo, tenían el tiempo suficiente para preparar todo hasta que el chico regresara.

Seokjin y el señor Kim pegaban las guirnaldas con cinta de papel en las paredes ya que eran los más altos, SanA junto a Nong'yim inflaban globos de colores azul y gris, Jimin colgaba los globos listos en la escalera y en todo lugar en el que quedara lindo; Jieun y la señora Kim se encargaban de la mesa dulce mientras charlaban amenamente, YoonGi estaba conectando el viejo equipo de música, Namjoon había conseguido una pequeña bola con luces de colores y estaba haciendo el cambio de foco en el techo.

Taehyung sonrió al ver la pinta que tenía todo, pero se sentía inútil. No tenia más nada que hacer y se estaba sintiendo un estorbo. Todos reían y hablaban entre ellos, quizá hasta hablaban de él, y se sentía tontamente excluido.

O quizá solo era su cabeza y la ansiedad que empezaba a hacerse presente.

—Taehyung, ven un momento hijo—llamó su madre, asomando la cabeza por la puerta. El menor fue hasta la cocina, y sonrió a las mujeres—. Escucha, Jieun me ha dicho que tú y Jeongguk...

—¿Salimos?—su madre asistió—, u-uhm, s-si, bueno ma-mamá yo... nosotros, si.

—...y pensamos que deberías ir a casa y darte una ducha—continúo Jieun—, mi bebé no ha de tardar mucho en llegar. Yo quiero que seas tú quien lleve su pastel cuando él entre.

Taehyung abrió grande los ojos sorprendido. Se suponía que eso lo haría la misma Jieun por ser su madre, puesto que era algo tradicional en corea* cuando de una fiesta sorpresa se trataba, que la persona más especial del cumpleañero fuere quien cargase el pastel con las velitas y la vengala encendida.

—Yo-yo... ¡vue-vuelvo en un instante!—y antes de decir cualquier otra estupidez, salió corriendo a su casa.

Las mujeres se rieron en cuanto se miraron a los ojos. Taehyung sin dudas era un caso especialmente tierno cuando se ponía nervioso.

—¡YoonGi por amor al cielo, pon una canción y ya!—el grito del menor de los Park retumbó por toda la casa. Lo cierto es que Min estaba buscando alguna canción adecuada para dejar y que el algoritmo hiciera su trabajo, pero no se decidía por un género específico y a Jimin le estaba comenzando a molestar.

—¿Me estás dando una orden?—preguntó con una ceja alzada, viendo como en el otro extremo de la habitación, Park sonreía.

—¡Por supuesto que sí, gato gruñón!

—Oh, ¡Así te va a ir luego!—amenazó, volviendo a su tarea de buscar una canción acorde a la situación.

—Oh, ¡Así te va a ir luego!—amenazó, volviendo a su tarea de buscar una canción acorde a la situación

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𝗘𝗹 𝗵𝗶𝗷𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗞𝗶𝗺 ミ 𝗧𝗮𝗲𝗚𝗴𝘂𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora