Tras unas horas, llegaban a la aldea donde todos querían recibirlos, pero Aether por su parte prefirió esconderse, no deseaba que nadie lo viera de ese modo por cuestiones obvias. El único que pudo verlo por el momento, fue el médico, que al observar el estado en el que se encontraba se echó las manos a la cabeza y deseó matar al bastardo que había ocasionado tal atrocidad. No podía creer que alguien fuera esa clase de monstruo. Por suerte parecía que lo habían comenzado a curar, y que aquella medicina daba buen resultado, por lo que simplemente le hizo tomar algo de medicamento contra la inflamación que además serviría como calmante para que pudiera descansar durante la noche.
Tras esto, curó la herida de Kara que gracias al cielo no fue la gran cosa. Sus reflejos la libraron de algo mucho más serio. Xiao llegaba en ese mismo momento. Miraba a Kara con una expresión de derrota en su rostro. La chica supuso lo que había pasado.
- Ya no tendréis que preocuparos más por él. - Decía para terminar saliendo del lugar e ir hasta el donde se encontraba Aether. Estaba fuera de si en ese momento, por lo que tan solo lo guiaba su propio instinto, y debido a su olfato no era difícil para él encontrar a esa persona.
- Tio Xiao. - Este reaccionaba al fin volviendo por un momento a la realidad, por su parte Xi se levantaba de un pequeño banquito que estaba al lado de la cama donde su padre descansaba.
- ¿ Él está bien? - Miraba a Aether que parecía dormir algo molesto como si estuviera teniendo alguna pesadilla.
- Si, el médico lo ha reconocido, y parece que el ungüento que Gorou le entregó a tía Kara le está haciendo bien. -
- Ya veo. - Xiao se giraba para marcharse, ahora estaba algo más tranquilo sabiendo que el rubio estaba bien, pero no podía quedarse allí, no era capaz de mirar a los ojos de su sobrino y decirle de forma fria que había matado a alguien, y mucho menos cuando se trataba de su padre aunque este fuera el mayor bastardo sobre la tierra.
- Espera, no te vayas. Quiero que te quedes con mi padre, por favor cuida de él. - Antes de que este pudiera reaccionar, Xi salía por la puerta, no sin antes... - No importa lo que haya pasado en ese lugar, jamás podría odiarte. - Xiao suspiraba de forma pesada, cómo un niño podía ser capaz de decir aquello de forma tan tranquila.
Sin pensarlo demasiado, desvió su mirada hacia donde Aether se encontraba. Se acercó y se sentó sobre aquel banquillo que apenas unos minutos antes había estado ocupando su sobrino, y tomó la mano de la persona que estaba sobre la cama. A su vez, Aether comenzaba a suavizar su expresión, como si de buenas a primeras, el simple hecho de notar el tacto ajeno fuera suficiente para tranquilizarlo. Pocos minutos después, Xiao apoyaba su cabeza sobre aquella cama para terminar cayendo dormido.
La mañana llegaba, y el médico entraba para reconocer a Aether además de cambiar sus vendajes, pero al ver aquella escena, decidió dejar las vendas y medicinas junto con una nota. Xi preparó algunas cosas para comer a petición del doctor e hizo igual. Cuando vió los rostros tranquilos de ambos, no pudo hacer otra cosa que sonreír. Algo le decía que no despertarían pronto.
- Siguen dormidos, así que no hagamos ruido. - Terminaba de bajar Xi de las habitaciones tras dejar la bandeja con agua y comida.
- Ya veo, espero que estén bien. - Decía Kara observando las escaleras.
- No creo que haya problema, aunque claro, no sabemos que pasará cuando despierten. -
- Tienes razón, doctor, aunque si yo fuera mi tío Xiao, no dejaría que se escapara la oportunidad. - Decía a modo pensativo el más joven.
- No creo que eso sea posible, seguramente mi hermano se acobarde y salga huyendo. Tiene un grave problema con hacer daño a los demás incluso aunque estos sean unos bastardos sin corazón. Además, Aether está herido, no será capaz de tocarlo. -
- Mmm, estoy con Kara, no se atreverá a tocarlo, pero no creo que esta vez vaya a dejarlo solo, y mucho menos después de lo que ha pasado, estoy seguro de que estará sobre Aether incluso después de que se recupere como una mamá gallina. - Gorou comenzaba a incomodarse, de nuevo lo dejaban de lado como si no existiera en la conversación.
- Chicos, no creo que sea algo de lo que deberíamos hablar o si... -
- No te preocupes por eso, de todas formas no hay mucho que hacer. - Kara se despreocupaba alzando sus hombros para demostrarlo.
- De todas formas, Gorou, ya por curiosidad, que piensas que vaya a pasar. - Xi tenía curiosidad por la opinión del otro.
- Mmm, veamos...
Mientras tanto Xiao despertaba y observaba a Aether que seguía dormido. ¿Cuanto tiempo lo había hecho él?, al mirar a su alrededor, observó que había algunas cosas sobre un mueble cercano, y sabía que le esperarían algunas frases por parte de su hermana y algunos más. Tras esto, su atención volvía hacia el rubio, todas aquellas vendas... Mientras aquel pensamiento pasaba por su cabeza, acariciaba su mejilla y besaba su frente, justo en ese momento despertaba por fin el otro.
- Xiao... -
- ¿ Te he despertado? -
- No, no te preocupes. -
- Será mejor que vaya a avisar al médico. - Intentaba huír. Aether hizo un movimiento rápido y lo detuvo sosteniendo su muñeca.
- No, no vayas. Mmm. - Se quejaba al levantarse a causa de sus heridas.
- Espera. - Este intentaba detenerlo. - ¿ Te siguen doliendo mucho? - Estaba nervioso, el verlo así lo hacía culparse por haberlo dejado solo y no haber llegado para impedirlo. Sentía que le había fallado.
- Mmm. - Se volvía a quejar y se comenzaba a retorcer. Xiao se acercó aún más, lo suficiente como para que su cara estuviera a escasos centímetros de la del otro. Aether levantó su mirada hasta que ambos ojos se encontraron. - No deberías preocuparte tanto. - Agarrando la camisa de Xiao, Aether besó suavemente sus labios. - Estoy bien. - Se separaba de esta forma y sonreía. - Lo siento, pero me prometí a mi mismo hacerlo si conseguía salir de aquello con vida. -
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Corazón valiente
Fanfiction¿ Quién dijo que los hermanos debían ser iguales?, pues se equivoca, no podríamos ser más diferentes... Alatus es el orgullo de un padre que solo ansia el poder, pero ¿ qué pasa con sus otros hijos?, acaso tan solo servimos para empoderarlo... Vivi...