Capítulo 1- La rubia de las curvas

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En la oscuridad de mi habitación miro hacia la ventana. Buscando algo oculto allí. Es uno de esos momentos en los que solo miras y miras esperando algo. Que no sabes que .Solo dejándote llevar por tus pensamientos más profundos. Según dicen, el silencio te da paz, yo cambio esa afirmación por otra mejor. El silencio da paz si estás en paz contigo mismo. Si tus pensamientos son sobre cosas felices o al menos con sentido.Sino es así, el silencio es ensordecedor y te atormenta.

¿Cómo terminé yo en este estado?

Pues eso se resume hace dos meses .

Pero es un recuerdo doloroso que no quiero traer nuevamente. Como todos los días de mi vida.

En mi silenciosos cuarto escucho la melodía de mi teléfono. Estiro mi brazo con pereza y contesto.

—Hermano, te llamo para recordarte lo del club. Bro, ¿no recuerdas que habíamos quedado?

—Jax no sé si quiera ir, ve con David.El seguro acepta. Ya sabes cómo es.

—Lucas no. David está en el hospital metido. Anda raro. Se pasa el día entero estudiando sobre las operaciones para personas incapacitadas por estar inválidas algún rollo de esos me dijeron sus padres. De hace una semana está así. No irá brow. Y tú necesitas sacar tu trasero de tu  cueva. Huele mal ahí.

—Si, David anda raro... —suspiro—Esta bien, paso a recogerte dentro de una hora, saldré de mi cueva como tú le dices .

—Claro Brow, aquí tú y David son los tipos del poder yo soy un pobre diablo.

—Payaso—sonrio ante las ocurrencias de mi amigo—nos vemos luego .

Esta noche fiesta. Hace tiempo que no voy a una.

Una hora después

Llevo diez minutos en la puerta de la casa de Jax esperando por él. Siempre igual .Ya su madre me invitó a pasar unas cuantas veces. La pobre Teresa debe estar apenada. Desde que estábamos en la escuela su hijo siempre nos hacía esperar. Ya fuera para arreglar su melena como él le dice o cosas así.

15 minutos y...

—Hey Lucas, no sabía que ya habías llegado. Apuremonos que es tarde .

—Jax—pongo dos dedos en el entre cejo—siempre das la misma justificacion.

Lo veo vacilar .Hasta que se le ocurre algo más.

—Es que ya sabes cómo es mi madre y su deliciosa comida y preparó mi plato favorito y yo repetí así que...

—Vale vale vale, ¿podemos irnos ya?

—Claro, las chicas nos esperan.

—Eres un mujeriego sin retorno.

—Y tú un amargado. Estamos a mano.

Niego con la cabeza y centro mi atención en la carretera.

Cuando llegamos al club y entramos. A simple vista sin tener que observar mucho a Jax se ve lo a gusto que está aquí. Ya le ha sonreído a más de una chica. Aunque él es el más bajito de los tres con su tez morena y pelo por los hombros .Tengo que reconocer que tiene mucha suerte con las mujeres .Se las lleva a la cama y luego con toda la diplomacia posible las despide. Es muy respetuoso con las mujeres simplemente no quiere nada con nadie, es feliz yendo de flor en flor. Este es su aire ,su mundo.

Sin embargo yo, veo esto como algo sin importancia. Ya me he dado cuenta sobre las chicas que se han quedado mirándome o intentan llamar mi atención mientras nos sentamos en la mesa al fondo. No es lo mío. Yo preferí el compromiso...

—¡Lucas! Hey

—¿Qu-que?

—Pensé que estabas mirando a algún bombón pero no .Solo estás con la mirada perdida .Hermano vinimos a despejar.

—Tienes razón.

—¿Tú sabes lo que tú necesitas?

—Iluminame

—Sexo. Eso es lo que tú necesitas. Tener sexo sin tanto drama. Solo sexo y se acabó. Cuando termine simplemente irte y como si nunca la hubieras visto. Claro que, tratandola bien que nunca podemos dejar de ser caballeros .

—¿Tú eres feliz con esa vida de mierda?

—Eso te pregunto yo. Somos jóvenes bro. Observa...

Se levanta y va hacia dónde está una chica de pelo castaño corto le habla animadamente y en menos de tres minutos se están besando y él le está manociando las nalgas. Yo aparto la vista. Mirando en otra dirección.

Y preferiría no hacerlo. Porque ahí está ese maldito de Víctor Hugo Gutiérrez Morales.
El tipo más imbécil de este mundo y ahí tiene a su nuevo juguete. Una rubia con unas curvas increíbles que está de espaldas a mí. Él la aguanta del brazo y ella dice que no con la cabeza.

Es una de esas historias donde el chico intenta forzar a la chica y ella se niega. Pero tiene algo diferente. Él chico respeta la desicion de la chica. Como si realmente le importará ella.

Retuerzo mis puños. Esto se vuelve interesante. ¿A este imbécil le importa una chica?

Eso es algo inaudito, no me imagino ni un solo momento en el que a él le interese alguien. Realmente lo dudo.

Cada vez siento más curiosidad por saber quién es esa rubia de las curvas que solo ví de espaldas.

El juego detrás de tú miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora