El juego detrás de tú mirada

Capítulo 29 - Hoy sé quien soy

Han pasado dos meses desde que reclamé lo que suponía ser mío por derecho, el dinero está intacto en las cuentas, no he tocado ni un centavo. También ha pasado un mes en el que no he sabido absolutamente nada sobre Lucas, es como si se lo hubiera tragado la tierra. Y ni siquiera puedo saber información por Jax porque se ha ido y por David es imposible porque sigue preso y según tengo entendido Jax aún no sabe nada sobre lo que pasó con David pero sé que Lucas no quiere saber nada de Victoria y ninguna de nosotras quiere ver a David, estamos peleados entre todos por lo sucedido, es una situación horrible y si a eso le sumas mi problema con Lucas pues todo mal.

Y por supuesto, Lucas y yo, ya a estas alturas todos saben que estamos peleados a muerte, deben verme como una interesada que sólo lo buscó por su dinero.

-¡Prende la televisión!-me grita mi hermano viniendo hacia mí.

-¿Por qué?.

-Sólo hazlo.

Hago lo que dice y al instante una noticia sobre Luis Morgan resuena en las pantallas.

Se ve perfectamente a Luis, con su esposa y Lucas tratando de huir a las cámaras.

-El empresario perfecto no era tan perfecto como todos creíamos, acaba de declararse en quiebra financiera.

Mi boca se abre a causa de la sorpresa, no esperaba algo así.

-Increíble lo que provocó que perdiera ese dinero que era tuyo, hermanita.

Mi corazón late a mil por segundo mientras una de mis manos reposa en mi boca. Que situación tan horrible, se quedó sin nada, yo lo destruí sin querer hacerlo. Y ahora Lucas debe odiarme más que antes.

Una notificación hace que mi celular se encienda en la mesa frente a mí. Lo tomo y son dos mensajes, uno de ellos es de Lucas reciente y el otro es de hace una hora y el remitente es ese cobarde que me amenazó y no se había vuelto a comunicar.

Abro primero el de Lucas.

Lograste lo que querías, tú juego te salió perfecto, felicidades, mi familia y yo no somos nada y yo me quedé en un vacío por haber sido usado por ti. Te mereces un gran aplauso Lucía, por destruir mi corazón que sólo había amado al tuyo.

Ya no puedo ver con claridad pues las lágrimas han empañado mi visión.

-¿Qué pasa?-pregunta mi hermano.

-Nada-rapidamente limpio mis mejillas-Voy a mi cuarto, no quiero ver más esto.

Subo las escaleras lo más rápido que puedo pues ahora llega el momento de leer el otro mensaje. Mis manos tiemblan pero aún así lo abro y comienzo a leer.

Lo has hecho de maravilla, muy pronto saldrá la noticia en la televisión. Me has ayudado a destruir a Luis Morgan y lo prometido es deuda, no le hice nada a Lucas y ahora podrás vivir tranquila rodeada de dinero.

Hay muchas cosas que no entiendo. Si fueran los de la deuda quisieran que les pagara o ya lo hubieran matado y sin embargo a Luis Morgan no le ha pasado nada más allá de quedarse sin dinero. Sigue vivo. Me está faltando una pieza del rompecabezas, hay alguien más detrás de todo esto. Alguien que quiere proteger su identidad. ¿Pero quién?. Me faltan muchos cabos sueltos y sólo me están usando para sus propios fines.

Yo no pienso seguir quedando como la que usó al amor de su vida para quedarme con un dinero que era mío pero destruirlo a él y a su familia. Yo ni siquiera he tocado ese maldito dinero y no dejaré que me sigan usando.

-Hija, tienes visita-dice mi madre junto a la puerta de mi cuarto.

-¿Quién?.

-Tú abuela Sabrina.