Capítulo 25 - Hay silencios que sólo el corazón entiende

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Estoy de pie junto a la cama cuando Lucas aparece siguiendo el camino de velas hasta su cama.

-¿Qué...?-su voz se corta cuando me ve, su mirada me desnuda más de lo que me siento pero no tapo ni una sola parte de mi cuerpo. Quiero saber si lo que ve le gusta.

-Esto es para tí, yo arruiné la primera vez que estuvimos más cerca, ahora te quiero dar esta segunda vez para terminar lo que comenzamos.

Camino hacia él hasta quedar muy cerca.

-Esto no me lo esperaba...vas a volverme loco rubia sexy. Estás para...follarte hasta que no haya un mañana.

-Pues hazlo.

Me agarra del cuello y me acerca a él. Su respiración se funde con la mía, me acerca a sus labios.

-Voy a hacerte el amor como nunca te lo han hecho-susurra antes de unir nuestros labios.

Me toma como si fuese suya y yo quiero serlo. Pero a la vez es delicado. Saborea mis labios con los suyos y su lengua me prueba allá en las profundidades de mi boca. Es un beso tan íntimo a la par de romántico.

Con mis manos desabrocho los botones de su camisa oscura, mientras él me sigue besando. Se la quito y su perfilado abdomen queda ante mis ojos. Él retira mi bata lentamente. Y en un movimiento rápido me sube encima de él, mis pies se encuentran enredados al rededor de su cadera.

Agarro su cabello entre mis manos y continuamos besándonos. Lentamente me acuesta en la cama y él encima de mí.

Comienza a dejar pequeñas lamidas y besos en mi cuello y en la parte superior de mis senos. Yo me siento muy excitada ante el contacto de sus labios con mí piel. Arqueo mi espalda por instinto.

-¿Te sientes bien?.

-¿Bien?. Estoy enamorada Lucas.

Él sonríe mientras besa mi estómago y luego en el interior de mis muslos.

-Ponte de espaldas a mí.

Hago lo que me pide.

-Quitate el pantalón-la orden sale de mi boca antes de que pueda darme cuenta.

Siento algo caer al piso lo que deduzco sea el pantalón.

Él desabrocha mi brasier y lo lanza lejos. Me acerca a él y puedo sentir un bulto a mi espalda, lentamente se deshace de la única pieza de ropa que tapaba mi cuerpo, el blumer.

Mi cuerpo está completamente expuesto para él, en este momento masajea mis nalgas con sus manos, es tan pervertido que seguro está deleitándose con la mirada.

Algo caliente es puesto contra mis nalgas, al instante sé que se trata de su miembro. Es una sensación deliciosa mientras lo siento duro contra mí. Se inclina hacia adelante dejando aquello pegado a mi cuerpo y me susurra en mi oído.

-Estás completamente deliciosa.

-Y yo estoy ansiosa por verte.

Sus manos hacen un puño con mi cabello y me siento de espaldas a él, su espalda contra la mía y su miembro.

Con sus manos masajea mis senos y yo echo mi cabeza hacia atrás sobre él.

Pellizca mis senos con sus manos.

-Ahh...

Baja su mano izquierda por mi abdomen y yo arqueo mi espalda al sentir que sus dedos hacen contacto con mi parte íntima. Mueve sus dedos en círculos sobre mi clítoris y yo siento que voy a enloquecer, aprieta mi seno derecho mientras que con su mano izquierda me toca justo en ese punto en el que una mujer se vuelve loca.

El juego detrás de tú miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora