El juego detrás de tú mirada

Capítulo 24 - No me voy a dejar vencer

Mi mundo cayó sobre mí en cuestión de segundos. No sabía cómo reaccionar a las palabras que mis oídos habían escuchado las cuales aún no había procesado. Mi mente iba a mil por hora.

-¿Tú...hija?.

Me pongo de pie por instinto y empiezo a caminar hacia atrás mientras que Lucrecia camina en mí dirección. Un jarrón detrás de mí cae al piso sobresaltandome.

-Yo no quería abandonarte, yo no tuve otra opción-limpia sus mejillas.

-Ustedes me mintieron, me usaron-limpio con fuerza mis mejillas-Yo logro entender que te enamoraste y después no supiste como lidear con eso y que el dinero siempre fue más importante, pero de ahí a abandonarme y a que tú-digo mirando a mi madre-Me mintieras con respecto a mí vida entera. Eso es demasiado.

-Lucía iban a matarte.

-¡Llamen a la policía!. ¿Por qué carajos no llamaron a la policía?. ¡Por qué me hicieron vivir una vida de mentiras!.

-En lo que la policía llegaba ya Lucrecia contigo dentro estaría muerta-comenta Artur quien había permanecido al margen.

-No me interesa ser su hija. Ustedes dos me hicieron tener una vida de mentiras. ¡No gracias!. No les agradezco que me hayan hecho pasar por todo esto, ¡no gracias!, por su culpa me mandaron a matar. ¡Sorpresa!. Han fallado los súper padres.

Empiezo a hiperventilar agarro un vaso y lo lanzo contra el suelo.

-¿Y tú papá?. ¿Tú fuiste capaz de engañarme?.

-Yo pensé que la historia era real. Pero sí creo que debes darles una oportunidad, lo dieron todo por tí.

-Solo quiero la respuesta a unas preguntas. Quiero saber si la familia de Lucas sabe de mí existencia.

-No, estoy seguro que Luis ha ocultado eso. Ya que si tú apareces él lo pierde todo-responde Artur.

-No me interesa ese dinero. Está sucio. ¿Cómo supieron el día del intento de asesinato lo que iba a pasar?.

-Nunca te hemos dejado desamparada o al total cuidado de tus padres adoptivos. En cada fiebre de tú vida hemos estado ahí aunque no haya sido en presencia, hemos contribuido con dinero y siempre hemos estado cerca. Ese día no fue la excepción, intentamos llegar a tiempo pero no lo conseguimos pero tú madre estaba al tanto de tu situación.

-¡Qué!. ¿Mientras yo me moría de la angustia por nuestra niña tú sabías que estaba con ellos?.

-Perdoname Mike...

-He vivido toda la vida en una mientra, una vil mentira creada por las personas que me dieron la vida y la que me crío como una madre. Lo siento papá, pero aunque ni tú ni mi hermano se lo merecen no pienso volver a ver la cara de estas personas.

-¡Lucía ven aquí!-escucho gritar a mi madre pero yo cierro la puerta con la suficiente fuerza y me alejo de allí lo más rápido que puedo.

Mi teléfono suena en mi bolsillo y pienso que son ellos pero al mirar la pantalla veo el nombre de Lucas e instantáneamente cuelgo. Sé que no tiene la culpa pero no puedo. No ahora.

¿A dónde voy a ir?. ¿Qué será de mí?

Victoria está en su mágica relación y recuperando la movilidad de sus piernas, no puedo ir allí. En cuanto a Ámbar, su vida es auténtico caos como jamás imaginé. Así que solo me queda rezar para que Simón no se encuentre con ningún ligue. No estoy de humor para escenas incómodas.

Un rato después me encuentro frente a su puerta, toco el timbre y él abre al instante.

-¡Darling!. ¡Veo visiones o estás aquí!.