la casa de papel (palermo)

volumen 1: "25. será por todo lo que fuimos"

"¿estas bien?" le pregunta palermo a velez sin escuchar siquiera su propia voz de lo aturdido que se encuentra. samarrea a velez que está intentando abrir los ojos. ella asiente con la cabeza ya que no puede hablar. palermo detiene los movimientos que ella quiere hacer para reaccionar, agarrandola de la cara con ambas manos. ella solo se queda inmovil allí y palermo deposita un beso en los labios, dos besos, tres besos. velez se aferra a los brazos de él y un grito es lo que los hace reaccionar por completo.

"¡dispara estocolmo!" grita denver. un disparo, dos disparos. velez y palermo se sueltan y corren al pasillo para encontrar a arturo en el suelo, herido de dos balas y estocolmo tratando de reanimarlo, dando así, fin a la primer guerra contra los rehenes. tras un duro debate de entre si dejarlo morir o sacarlo del banco para que lo atiendan en el hospital, por pedido de estocolmo, la banda decide entregarlo. la segunda gran guerra está por comenzar. la banda prepara los armamentos, las municiones, las trincheras. todos están en la suya y metidos en sus propios pensamientos, en un ambiente tan resignante para todos, en el que ya saben y aceptan que estarán en la proxima media hora en una guerra real, en el que verán y experimentaran cosas que los traumarán de por vida, en que haran cosas que los marcarán para siempre, pero lo mas importante, que quizás no vuelvan. mientras velez ayuda a denver y a rio con las municiones, ella cruza mirada con palermo, quien se encuentra en la otra punta del salón junto a lisboa preparando las armas. palermo tambien cruza mirada con ella, y ambos se quedan quietos mirandose. velez se aclara la garganta y sin decir nada, se retira del lugar. palermo la observa irse, y de igual forma, se retira del lugar siguiendola a ella. velez camina por el pasillo e ingresa a una de las habitaciones. palermo ingresa detrás de ella y cierra la puerta tras él. velez se sienta en uno de los sillones, palermo agarra uno y lo coloca frente a ella para sentarse frente a frente. palermo apoya los brazos sobre sus piernas y agacha la cabeza. ella nota, por segunda vez, que palermo está angustiandose y a punto de llorar. la primera vez que lo vió asi fue cuando nairobi murió.

"¿qué..." dice velez pero se detiene al instante, entendiendo. "no hagas eso" palermo la mira con ojos angustiados, luchando por no derramar lagrimas.

"¿hacer qué?" pregunta con la voz tan desganada y triste.

"no te despidas" dice velez con dureza y remarcando cada palabra. palermo vuelve a agachar la cabeza. velez suspira enojada y lo mira sin poder creer que él, justo él, esté actuando así. "palermo" dice en un hilo de voz y le levanta la cabeza agarrandolo desde el mentón para que la mire a los ojos. "¿de verdad?"

"velez no tenes ni idea de a donde nos estamos por meter"

"si sé. sé perfectamente. y tambien sé perfectamente que ni vos ni yo nos vamos a morir" palermo sonrie con desgano, tal vez con ternura de escucharla. niega un poco con la cabeza. "¿porqué haces así?" le pregunta enojada refiriendose a como niega con la cabeza en silencio. "no va a pasar nada" dice al borde de llorar.

"escuchame" pide palermo y pone ambas manos sobre las piernas de ella. "pase lo que pase..."

"es que no va a pasar nada" interrumpe.

"escuchame velez por favor" suplica. velez cierra los ojos, negada pero resignada a escuchar sus palabras. palermo apoya su frente contra la de ella y tambien cierra los ojos. "pase lo que pase, seguí. por favor. seguí. no les sueltes la mano a los chicos" pide y velez comienza a derramar lagrimas, mientras cierra los ojos con fuerza, angustiandose. "por favor. no hagas nada estupido, como suicidarte. sacalos a todos de acá con vida. por mí. si es al revez, lo mismo. voy a seguir adelante, los voy a sacar a todos de acá con vida, voy a hacer todo lo que pueda. no vas a morir en vano. te lo prometo, lo voy a hacer por vos. pero si me toca a mí, te pido que también lo hagas vos por mí" palermo le seca las lagrimas con los dedos. velez abre los ojos y lo mira. palermo nota esos ojos negados, tristes y asustados, mojados. "¿me lo prometes?" velez solo asiente con la cabeza reiteradas veces.