la casa de papel (palermo)

volumen 2: "30. el corso dorado"

"¿cómo que desapareció el profesor?" pregunta velez frotandose la frente como si le doliera.

"no lo sé" responde lisboa. "pero desapareció" todos se miran entre sí, en la oscura habitación. "pero ahora lo importante es que tenemos que tomar una decision. ¿que vamos a hacer con el oro?" palermo voltea a mirarla, casi ofendido.

"perdoname querida, ¿vos pensas montar un referendum acá?" le dice el argentino. "porque a mí la democracia me la suda" imita el acento español. "el oro sale. no hay lugar para debatir porque si debatis en este grupo, sacan el arma. y el primero que la sacó soy yo" avisa mostrando su revolver.

"la policia podría estar ahora mismo por donde queremos sacar el oro" comenta río, sin muchas ganas de hablar. velez escucha todo con atencion pero a la vez exhausta. palermo apunta a rio.

"la policia no está en el estanque de tormentas. el plan sigue su curso"

"¿pero y si están?" pregunta velez. palermo voltea a verla y baja el arma. "fundiriamos 90 toneladas de oro para darselas a la gorra" palermo le habla cara a cara sin apuntarla y sin ser agresivo.

"la policia no está ahí. el oro no nos sirve de nada acá" le dice para transmitirle toda la seguridad mientras ella lo mira con ganas de creer pero con más desconfianza e incertidumbre que otra cosa.

"el oro es nuestro rehen" interrumpe denver. palermo voltea a verlo. "tomamos el rehen, se lo damos a tamayo y negociamos. ¿ese es tu plan maestro? ¿tú eres el puto genio?" palermo rie ante su comentario.

"sí muchachito, soy un puto genio" contesta y velez sonrie un poco. "y tengo una maquinaria ahí abajo que lo va a demostrar. quedate tranquilo"

"y eso es lo unico que te importa" dice estocolmo. "demostrar que tu maravilloso plan funciona"

"sí" afirma palermo. "pero tambien salvarles la vida a ustedes" mira a velez, a quien le brillan los ojos. "y eso lo vamos a lograr sacando el oro de aca" todos se quedan un tenso silencio que lisboa decide romper.

"de acuerdo. como quieras" dice y abandona la habitacion. es seguida por estocolmo y denver. río se va resoplando y finalmente velez y palermo quedan solos. ella observa como él suspira mientras se acaricia la frente. debe estar muy cansado, piensa.

"¿te podes vestir, velez?" pide palermo sin moverse ni un centimetro. "desde anoche estas en bolas y la gente te mira. voy a tener que repartir piñas" velez se rie.

"bueno" dice e intenta ponerse de pie. palermo de inmediato se acerca a ayudarla.

"¡no!" niega. "puedo, mira" dice y le muestra como puede levantarse y caminar. renga, pero puede. palermo sonrie con ternura aunque no está muy de acuerdo. "me visto y voy con ustedes abajo a transportar el oro" avisa y lo abraza por los hombros de inmediato porque sabe que él se opondrá.

"se te van a abrir todas las heridas del brazo, velez" dice cansado de renegar con esa niña, mientras le abraza la cintura y le toca el trasero.

"no se me va a abrir nada. aparte lo tengo que hacer, el profesor lo dijo" dice y le besa el mentón.

"te va a hacer mal, boluda" lloriquea debido a que está siendo manipulado por sus besos.

"porfa. no me quiero quedar en la cama. pienso mucho en nairobi y tokio y no quiero llorar mas. mirá lo que es mi cara" le señala su rostro palido y sus ojos hinchados. "me la re banco yo" le sonrie y baja la mano a su bulto para seguir manipulandolo pero palermo la frena tomandola por la muñeca.

"no. porque te voy agarrar y te voy a romper toda y no estas en condiciones" le advierte y velez sonrie de oreja a oreja, complice y suelta una carcajada. "dale, andá. pero primero vestite, ya" la suelta y velez se apura a caminar. "despacio"