la casa de papel (palermo)

volumen 2: "31. antes de" (anteúltimo)

2017, 9 meses antes del atraco a la fabrica de moneda y timbre.

villa 31, buenos aires, argentina.

nona abre la puerta de su casa y quien se encuentra del otro lado le da una grata sorpresa. "¡sergio!" exclama la señora con una emocion y felicidad al borde del llanto. sergio sonrie al verla e ingresa a la casa.

"me alegra mucho verte, nona" dice sergio mientras sus cachetes son apretados por ella. sergio amaba ir cada un año a argentina a visitar a la niñera que cuidó de él y de berlin cuando eran pequeños. el cariño que siente sergio por ella es igual que el que siente por su madre.

"veni, sentate. me caiste de sorpresa. ya mismo me pongo a cocinar" dice la señora revolviendo ollas en el cajón y sacando un paquete de fideos. "¿y andres?" cuestiona notando su rara ausencia.

"este año no ha podido venir porque no le han dado vacaciones en el trabajo" miente para evitar contarle que acababan de descubrirle la enfermedad a su hermano. aquella noticia la mataría de un disgusto. sergio se distrae mirando por la ventana el barrio precario, la gente que la habita y la vista, gracias a que se encuentra en el tercer piso de una especie de edificio.

"¿cuántos dias te vas a quedar?" le pregunta nona cortando cebollas y tomates.

"me quedaré hasta que oscuresca, porque enrealidad he venido a buscar un par de cosas para un proyecto en el que estoy trabajando" explica omitiendo que se trata de su robo a la fabrica de moneda y timbre.

"buenisimo, te voy a preparar unas tortas y un cena para que te lleves" sergio sonríe. unos disparos en la calle lo hacen levantarse de su silla. "no te preocupes" le dice nona como si fuera lo mas normal del mundo. "acá las cosas se arreglan así" sergio se asoma a la ventana y desde alli mira la calle abajo. un joven con una chica escondidos detras de un auto, disparando a otros dos hombres que se ocultan tras un poste. la gente que pasa por allí se va corriendo y gritando mientras se encierran en sus casas. "seguramente es el marido de cinthya". pero la chica es la que se lleva toda la atencion de sergio.

"hay una chica ahí" dice entre temeroso, nervioso, pero de cierta forma, maravillado.

"efectivamente, son ellos" confirma la nona cocinando tan normalmente como si esa balasera fuera tan solo una imaginacion de sergio. "alejate de la ventana porque te va a caer una bala perdida"

"¿asi que esto es normal aquí?" pregunta él para charlar, porque no es nada de otro mundo lo que ocurre alli abajo. nada que no pase en un barrio marginal. pero no puede despegar los ojos de la chica.

"si. el marido de cinthya siempre arregla las cosas a los balasos. él es soldado de un narco de por acá. igual, la plata sucia que se gana se lo gasta en mas suciedad. y encima, roba. asi que, medio al pedo, yo creo que le gusta más jugar al pistolero" sergio observa la persecucion. aquella chica disparando con mucha habilidad, escondiendose, sabiendo perfectamente en que momento salir y devolver los tiros. los hombres escapan en un auto haciendo mucho escandalo. la chica y el joven salen de su escondite como si nada y se van trotando hasta desaparecer en la esquina.

"¿y ella?" cuestiona sergio curioso, volviendo a sentarse en la mesa.

"ella casi nunca hace eso. muy pocas veces sale a defenderlo a los tiros. justo hoy fue una de esas veces" cuenta volcando las verduras en la salsa de tomate. "igual ellos dos son queridos en el barrio. pero son muy jovenes. podrían tener una vida digna estudiando, trabajando. eso es lo que lamento yo, por ejemplo. tienen la edad de mis hijos, ambos. es una lastima" sergio se queda pensando. y pensando. y pensando. aquella chica le recuerda a silene, a quien ha conocido hace apenas una semana, pero que ya la habia podido reclutar. y siente que no es capaz de dejar pasar ese potencial, pudriendose en ese barrio.