14. maestro de guerra

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palermo se remueve entre las cadenas y mira por un segundo a su costado derecho y encuentra a gandía durmiendo esposado en su lugar junto a él. gira su cabeza a la velocidad de la luz para mirar a su costado izquierdo a velez que tambien esta esposada con las manos levantadas a su lado en el suelo. palermo estira su pie y patea la pierna de velez para llamar su atencion. velez lo ignora por completo y no despega su vista de río que viene y que va constantemente custodiando metros mas adelante. palermo la vuelve a patear pero velez lo sigue ignorando.

"¿no me vas a hablar nunca mas?" le susurra palermo. velez no le contesta. sigue quieta sin dejar de mirar a río. "velez pasaron tres días" le insiste. velez sigue tan quieta que parece estatua. palermo rueda los ojos y acerca mas su silla hacia ella. "¿que te costaba quedarte calladita en una esquina quietita mirando el espectaculo? ¿porque te tuviste que meter en lo que estaba haciendo yo? ahora estas ahí encadenada al pedo por no cerrar el orto" le murmura regañandola. velez mueve sus ojos un poco pero de inmediato los devuelve a rio.

"te ibas a ir y nos ibas a traicionar. ¿porque me tendria que haber quedado sentada?" dice hablando por primera vez sin moverse. palermo suspira exasperado.

"no me iba a ir pelotuda" le murmura. velez frunce un poco el ceño. "era un plan"

"¿un plan de qué?" pregunta sin entender y lo mira a la cara por primera vez en tres dias. palermo se muerde la lengua tratando de que esa niña no lo saque de sus casillas.

"un plan que habiamos hecho con berlin y el profesor" explica tratando de calmarse. mira la cara de velez que entiende menos que antes y cierra los ojos buscando las palabras correctas en el universo. le echa un vistazo rapido a gandia para confirmar que sigue durmiendo y vuelve a velez. "gandia es un tipo peligroso, cruel, sin piedad, y lo tenemos que matar antes que él nos mate a nosotros" murmura. velez hace cuentas en su mente y nada cuadra.

"¿porque el profesor no nos contó nada?" le pregunta mas tranquila.

"porque ustedes no son asesinos. ninguno lo somos. y si les deciamos che antes que nada al tipo este le metemos un tiro en la frente y seguimos, nos iban a sacar cagando. entonces aproveche el golpe de estado que me hizo la infeliz de tokio para irme y que quisieran frenarme, me encadenaran con él y yo hacer que se libere. ustedes se iban a dar cuenta de lo que es este tipo y no les iba a quedar otra que matarlo" le explica tan rapido por si gandia despierta que al finalizar tiene que tomar aire. velez comprende todo y se da cuenta de que la culpable de estar esposada ahora mismo era de ella misma y no de tokio. "pero tuviste que saltar como una pendeja enamorada a cagar todo. y ahora estas ahi encadenada al lado mío" dice negando con la cabeza. velez se queda pensando y cada vez se quiere matar mas.

"bueno podrias habermelo dicho, ¿no?" le reprocha ahora mirandolo mal.

"¿cuando?" le pregunta palermo en el mismo tono.

"y, nose. capaz cuando te crucé en el baño que saliste asi vestido como un payaso" le dice con sarcasmo. "estabamos solos" aclara.

"estabamos solos" repite. "iba a hacer de todo menos hablar" dice y velez lo mira alzando una ceja. intenta no reir en su interior y se queda en silencio unos segundos, pensando.

"entonces era mentira" dice ella y palermo no entiende.

"¿qué cosa?"

"lo que dijiste. que a mí tambien me recagarías a tiros, que te importaba tres carajos matarme" enumera con sus dedos.

"obvio que era mentira, pelotuda" le murmura y velez sonrie de costado. "era para hacerte enojar y que me putearas asi los demas pensaban que ya me odiabas y no te ataban conmigo" explica y mira a río. "pero estos hijos de puta son inteligentes tambien. no lo niego" palermo vuelve a mirar a velez que esta pensativa de nuevo y le vuelve a patear una pierna con suavidad. "¿estamos bien, tarada?" le pregunta y le sonrie. velez lo mira y tambien le sonrie.

"sí. forro" le contesta y palermo se rie. "¿porque esperaste tres dias para contarme todo? estuve los tres dias odiandote tanto y pensando en todas las formas de matarte que se me ocurrian"

"estaba esperando que el pelado se durmiera. tres noches con los ojos como una lechuza tenia el hijo de puta. se ve que no aguantó mas y se desmayó durmiendo" dice volviendolo a mirar. en ese momento viene denver a paso apresurado y se agacha enfrente de velez con una sonrisa de oreja a oreja.

"¿que pasó?" le pregunta velez algo asustada.

"nairobi ha despertado" le anuncia y palermo sonrie. velez se sorprende y poco a poco se emociona hasta las lagrimas. denver la abraza y velez le corresponderia el abrazo si no tuviera sus manos levantadas y esposadas. velez se rie contra el hombro de denver.

"¿quieres que le diga algo por tí?" le pregunta denver cuando la suelta.

"que la amo mucho y que la quiero ver" le dice emocionada.

"de acuerdo" dice denver sonriendo y se va trotando. velez esta tan sumergida en su felicidad que se da cuenta un poco tarde de que palermo esta hablando con gandía que acaba de despertar. presta atencion a su conversacion en silencio ya que estan hablando en murmuro.

"no te podes sacar las esposas porque este hueso no te lo permite" le dice señalando el hueso debajo del pulgar. "pero si luxas la articulacion que esta entre el primer metacarpiano y el trapecio, las esposas salen. limpitas" le explica y gandia parece estar debatiendolo en lo mas profundo de su interior. palermo sonrie con malicia y vuelve a su lugar. luego de unos segundos se acerca sigilosamente a velez.

"va para vos también, velez" le susurra y vuelve a su posición para quedarse callado por el resto de la noche. velez al principio se rie burlona. pero luego se pone seria, y sin poder evitarlo, lo piensa.

la casa de papel (palermo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora