13.

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"Ahora no."

Es todo lo que dice Megumi, dando por finalizado el tema y tirando el último papel con sangre. Está nervioso, se nota por la manera en la que sus manos tiemblan al enjuagar los pinceles para quitar el resto de pintura en ellos.

Sukuna no se encuentra muy diferente a su ex. Permanece en silencio con manos en puño y mirada perdida.

Se está armando de valor para volver a preguntar. Odia ser insistente por el miedo a molestar, pero maldición, han pasado dos meses y él merece una respuesta.

La necesita para poder continuar, porque sabe que Fushiguro está dispuesto a sacarlo de su vida.

Aquel pensamiento fugaz lo hace reaccionar. Se detiene tan solo unos centímetros de Megumi, cuando está por tomar su muñeca para detener sus acciones, pero sabe que si lo toca sin su consentimiento él no dudará en usar su fuerza. Duda, realmente duda porque Megumi alza su vista escasos segundos que lo dejan perplejo; sus ojos oscuros mezclados de algo que no sabe cómo descifrar; si angustia, miedo o tristeza.  ¿Qué estaba pasando realmente con Fushiguro?

"Quiero saber." Su boca se siente seca, no sabe si tendrá fuerzas para continuar con lo que tiene en la punta de la lengua, o más bien, no sabe si de verdad quiere escuchar la respuesta. "¿Ya no..?"

"No. Deje de amarte hace meses." responde en un hilo de voz, completamente seguro.

Ryomen siente que su corazón dejara de latir en cualquier momento. Es irónico, porque su hermano siempre bromea que no tiene corazón, y él da la razón; casi orgulloso por ser catalogado un ser sin sentimientos. Pero ahora mismo un dolor que conoce muy bien— porque ha intentado ignorarlo estos últimos meses—, comienza a expandirse en su pecho y sus ojos pican.

Justo en ese momento, Ryomen Sukuna desea no tener ese maldito órgano.

No sabe en qué momento ha tomado el valor para agarrar el brazo de su ex. 

"Mírame, Fushiguro. " poco le importa si su voz sale temblorosa, aún así continua y aprieta un poco su asir. "Dímelo mientras me miras o no lo creeré"

"No.."

No tiene cuidado al tirar de su propio brazo para zafarse, tampoco al empujarlo e intentar alcanzar su mochila. La ansiedad apoderándose de su cuerpo en cada paso que da hacia la puerta lo tienen alerta, sus manos tiemblan al meter los pinceles húmedos y no piensa que sus últimos apuntes podrían dañarse, con una sola cosa en mente:  salir de allí.

Pero esta vez no puede huir. Sukuna se lo impide con una mano en la puerta. Ellos mantienen un pequeño forcejeo que no dura más que unos segundos, porque Megumi se deja caer contra la puerta, sus ojos se mantienen cerrados mientras abraza fuertemente su mochila.

"Dímelo."

Como era de esperarse los ojos oscuros y fríos se encuentran en su persona, acompañado de un ruido sordo que resuena por todo el lugar.

Sukuna no le toma importancia porque tiene una boca desesperada contra la suya y manos rodeando su cuello. 

Un suspiro aliviado de Megumi Fushiguro muere entre el beso, como si aquello lo viniese necesitando desde hace tiempo.

afbreek : sukufushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora