En la excursión de bienvenida para los de nuevo ingreso, Megumi Fushiguro se dio cuenta de dos cosas.
Primera. Odiaba a sus compañeros. Todos eran unos completos idiotas que no sabían apreciar el bonito paisaje, solo se la pasaban jugueteando y gritando.
Segundo. Red flag : Sukuna Ryomen.
¿Qué era eso que te encontrarán con tu compañero entre los arbustos? Había escuchado miles de historias de ese chico en cuanto puso un pie en la universidad.
Típico creído con complejo de fuckboy que amaba molestar a los de nuevo ingreso. Sus calificaciones eran perfectas, por eso estaba impune ante todos sus pequeños problemitas.
Pensó que estaría bien si pasaba desapercibido, no participando mucho en clase y entregándose a las tareas. Aquello no le ayudo mucho puesto que Ryomen lo buscó en la biblioteca semanas después.
"¿Qué deseas, Ryomen?"
"Eres directo." le dedica una pequeña sonrisa. " Tienes la mejor calificación en la clase de Nanami, me gustaría recibir tu ayuda."
Megumi quiso reír, de hecho lo hizo a los segundos, no pudiendo aguantar.
"Ryomen, eres de los mejores estudiantes. Tus calificaciones son espectaculares. ¿Me estás pidiendo ayuda a mí, un chico de nuevo ingreso?"
"¿Crees que al profesor Nanami le va a importar si eres de nuevo ingreso? Si él me está mandando contigo es por algo."
Mas tarde Megumi comprobó que aquello era verdad. Sukuna Ryomen tenía un acuerdo con el profesor para no dar a conocer sus malas calificaciones hasta el próximo parcial, prometiendo que mejoraría.
Fue así como acepto darle tutorías después de la escuela.
Quién diría que terminaría enamorado de ese chico malhumorado y lleno de tatuajes.