7. 𝐴𝑙 𝑏𝑜𝑟𝑑𝑒

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—Wang Yibo. —Xiao Qiang mira al rostro inexpresivo con vestimentas fúnebres sentado en el comedor principal, con una sonrisa. —Gracias por venir tan pronto como te lo pedí.

Yibo inclinó la cabeza a modo de respuesta. —Candidato Xiao. —saludó. —temo que tenía demasiado tiempo libre hoy.

Xiao Qiang supo identificar lo gracioso en esto. Solo soltó una suave risa mientras sus hombros se sacudían. Arrastró la silla principal por el suelo y tomó asiento en esta, cruzando los dedos de sus manos y dejando ir pesadamente el aire de sus pulmones.

—Bueno, sabes que no te cito a hablar en privado a menos que tenga asuntos serios que comunicarte.

Yibo miró de reojo el comedor. Sus ojos chocolate pasaron por las blancas paredes de exquisitos adornos dorados y grandes ventanales que daban luz natural al lugar.

—No tan privado. —tanteó con la cabeza, arqueando una ceja.

Xiao Qiang apretó los labios en una sonrisa. —Mnn, correcto. No te cité para hablar específicamente de ese asunto... pero este no deja de ser importante. —ambos se miraron. —me gustaría que estuvieras enterado del evento que organizaré pasado mañana.

Yibo casi no estaba al tanto de los asuntos políticos del país o la región en general. Dejó de perderle interés cuando supo que su estilo de vida no dependía demasiado de como estas personas gobernaran o administraran el gobierno.
Su existencia dependía de las familias ricas que sabían de su existencia y de vez en cuando oraban, encendían inciensos en su honor o le daban ofrendas en pequeños santuarios modernos.

—¿Cuál evento? —preguntó. Se permitió relajarse sobre el asiento del comedor. Cada brazo permaneció en los respectivos reposos.

Xiao Qiang no se aventuró a preguntar, solo asintió mientras comenzaba a explicar.

—Colegas de partidos políticos y en general, personas de gran influencia en cargos públicos, vendrán a una pequeña gala que llevaré a cabo. —las cejas de Yibo se arquearon. —será algo privado y cerrado para la convivencia de todos nosotros. Entonces, necesito que estés aquí.

—¿Xiao Zhan no tenía limitada la participación en sus eventos?

No había hablado mucho con el joven, -a decir verdad, casi nada desde la pesadilla-. Pero, era lo suficientemente atento y observador a su entorno como para deducir un par de cosas. Entre estas, sabía que Xiao Qiang cuidaba mucho a quién presentaba a su hijo y en donde es que este participaba o estaba cuando se trataba de su carrera política.

El que lo dejara estar en este evento, por lo tanto, podría significar que tenía la suficiente confianza como para dejarlo deambular por la mansión entre ese círculo de gente cercano...

O porque el chico sería lo suficientemente astuto para inmiscuirse aún si no daba la orden.

Yibo tuvo una ligera migraña al solo pensar que debería de vigilar que el joven no entrara a la reunión de su padre en el salón principal. Sería todo un caos, considerando que no podría hacer mucho uso de sus poderes.

—En parte. —contestó Xiao Qiang tras un breve momento de silencio. —... pero soy consciente que necesita estar cada vez más involucrado. Necesita saber que personas son de confiar y quienes no.

"Entonces no son personas de un círculo cercano para usted." Pensó Yibo en su cabeza, pero se abstuvo de decirlo.

—Mnn. —vocalizó. —comprendo. —alzó los ojos chocolate. —... Entonces, ¿solo quiere que lo vigile mientras está en la gala?

Xiao Qiang asintió. —durará la mayor parte de la noche, creo que no será problema para ti debido a que estás acostumbrado al turno nocturno. ¿Puedo contar con tu presencia entonces?

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