C.020

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Agua caliente

Por alguna razón que ella no llegaba a comprender se había evadido mientras observaba como el jet que les había llevado a tierra ardía con energía, Zemo a su lado observaba impasible la escena, por otro lado el guardia que les había llevado hasta allí desaparecía.

- Como no nos vayamos rápido de aquí esta huida habrá sido una pérdida de tiempo.- comenta Zemo varios minutos después.

- Es verdad.- añade Claudia sacudiendo su cabeza para despejarse. El collar se agita al mismo tiempo provocándole dolor en el cuello. - Estoy harta de esto.-

-¿Dónde tienes pensado ir?-

- Necesitamos dinero.- dice dándose la vuelta para echar a andar. Estaban en medio de una explanada, a varios kilómetros de Nueva York y ni siquiera tenían otro transporte.

- Pues conmigo no cuentes.- replica Zemo. - Me he gastado lo poco que me quedaba en ese guardia, el resto de mis cuentas están requisadas por el gobierno.-

-¿Me vas a decir que no tienes cuentas ocultas? ¿Paraísos fiscales?-

- No siempre fui un delincuente, aunque te resulte difícil creerlo. Hace no tanto tenía un estatus, una familia...-

Claudia le observa sin saber que responder, sin querer hacerlo; finalmente apoya una mano sobre su hombro y asiente, después se echan a andar. Durante toda la tarde y hasta media noche, recorrieron los alrededores del estado hasta llegar por fin a una zona de residencias.

- Un coche que no llame la atención.- ordena Claudia a Zemo que era quien sabía forzar las cerraduras. Una vez abierto, se monta ella en el asiento del piloto. - Necesitamos dinero.- repite totalmente seria.

- Eso ya lo has dicho, ¿Qué pasa?-

- Es que solo conozco un lugar donde puedo obtener ambas cosas.- 

- Claudia, ¿Estas bien?-

Ella se gira hacia su amigo sabiendo la respuesta y él también sin necesidad de decirlo ninguno en alto; ambos sabían que era peligroso, sin embargo ese lugar era el que ella había querido ir desde que supo las noticias de los lobos.

Hacía más de 10 meses que no iba por ese lugar; estaba nerviosa según el coche se iba acercando más hacia la calle donde estaba, hasta que se detiene en la puerta.

-¿Buscas aparcamiento?-

- Debería entrar contigo.- replica Zemo.

- No es buena idea.- responde ella cerrando la puerta. Antes de que él pueda volver a replicar, continúa. - No les gustan los extraños, mejor quédate por aquí cerca.-

A Zemo no le queda otra que asentir y cambiarse de lado para aparcar. No estaba contento con la decisión de Claudia de entrar sola a aquel lugar pero la encontraba demasiado tensa como para llevarle la contraria. Sospechaba que aquello tendría que ver con algo de Eric, por lo que de entre unas monedas que encuentra en el coche, decide llamar a alguien muy concreto.

Este otro acepta muy rápidamente, tan rápido que con suerte se presentaba en pocos minutos.

De nuevo vuelve al coche para observar detenidamente la zona; una calle en los barrios bajos de Nueva york, con la pobreza dibujada en cada persona que andaba por allí y entre aquellos ocultos y adictos, la pérdida total de la persona. El rotulo de la carnicería a donde ella había pasado no paraba de parpadear y eso le estaba sacando de sus casillas.

Había sido un día largo y comenzaba a estar casado.

Inesperadamente algo metálico llama a su ventanilla, es entonces cuando él se reincorpora en el asiento y la baja.

II 𝐋𝐨𝐛𝐨 𝐛𝐥𝐚𝐧𝐜𝐨 II  ★ Bucky Barnes - Falcon y el soldado de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora