-11- "Mamma Mia!"

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Desconocido.

Mierda. Joder.

Le doy un puñetazo al espejo del baño, rompiéndolo en cientos de pequeños pedazos.

Está viva, no la maté del todo, por culpa del cabreo que llevaba encima, joder, como despierte y se acuerde de todo voy a estar en problemas, y la cárcel no me conviene mucho ahora mismo.

Y para colmo, no dejé la puta carta, no pienso dejar que nadie se adueñe de mi crimen, es mi jodida obra maestra, solo mía.

Limpio todo el desastre que he hecho, le hecho sangre a los cortes en mi puño hasta que dejan de sangrar y salgo del baño.

Voy directamente al hospital, esa zorra no va a hablar. Y yo me aseguraré de ello.

Una vez entro a la habitación después de asegurarme que no hay nadie, me acerco a ella.

— Toma —. Le tiendo un sobre blanco y un bolígrafo. — Escribe su nombre, Kler White —.

Ella me mira mal, no esperaba menos.

Se bajala mascarilla que le está dando el oxigeno que necesita para vivir.

— Eres tú, ¿verdad? —. Dice a la vez que escribe el nombre en el sobre.

Una vez que ha terminado saco el papel del bolsillo trasero de mis pantalones junto con la carta.

— Felicidades, lo has descubierto antes que ella —. Le respondo dejando el sobre con la carta y el papel. — Me hubiera gustado matarte ese día, ¿sabes? Pero aquí estamos en el hospital —. Empiezo a decir a la vez que le vuelvo a poner la mascarilla de oxígeno. — Ese día estaba enfadado, el hecho de que siempre esté con ese imbécil me está empezando a tocar los cojones de verdad —. Doblo el tubo de plástico que le suministra oxígeno y a los pocos minutos empieza a darme manotazos con la esperanza de que pare.

Mala suerte, porque no voy a hacerlo.

La máquina que está conectada a su brazo mediante una vía empieza a pitar incontrolablemente, para mí suerte cuando llegan los médicos yo ya estoy fuera y ella está muerta.

Lydia, la profesora de historia y hermana de la alcaldesa, esta muerta.

Kler

Estoy subiendo las escaleras con Cole cuando lo escucho, el maldito pitido infernal, ese que indica que alguien acaba de morir.

Miro a Cole y salgo corriendo en dirección a la habitación de Lydia, rezando para que no venga de ahí el pitido, pero según me voy acercando se escucha más y más fuerte, cuando estoy lo suficientemente cerca, veo a un montón de doctores y enfermeras entrando y saliendo a toda velocidad de su habitación.

— Mierda —. Dice Cole a mis espaldas al ver el panorama.

Nos sentamos en unas sillas de la sala de espera cuando una enfermera nos lo indica, si pueden hacer algo por salvar su vida, no voy a ser yo quien se lo impida.

— Familiares de Lydia Birthstone —. Dice una enfermera saliendo de la puerta la cual no he parado de mirar en todo este rato.

— Aquí —. Dice la alcaldesa, llegó hace media hora, nosotros ya estábamos aquí.

— Ve —. Me dice Cole cuando lo miro con la pregunta en la cara.

Me acerco a la enfermera justo cuando está por dar la noticia.

— Lo sentimos mucho, Lydia acaba de fallecer —. ¿Qué? Inmediatamente la alcaldesa empieza a llorar incontrolablamente y sale corriendo en dirección a la calle.

| Rey De Picas |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora