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20 de septiembre de 2018.
Lyon, Francia.

— ¿Entonces? — pregunta Anthoine cuando se sienta con su café en mano.

— Entonces ¿qué? — pregunto encogiendome de hombros antes de dar un sorbo a mi taza.

Charles gira sus ojos. — ¡Qué onda con tu vida, mujer! — exclama haciéndome reír por lo rápido que pierde la paciencia. — Hace meses que no te vemos, tienes que ponernos al día.

Anthoine asiente en dirección a Charles estando de acuerdo con él. Vuelvo a sonreír y a encoger mis hombros. — Pues ando con mucho trabajo, por suerte mi marca está abriéndose un gran camino en el mundo de la moda.

— Hablando de eso, ¿qué esperas para pedirnos modelar para la línea masculina? — me pregunta Anthoine medio ofendido.

— Sí, no me mato haciendo ejercicio solo para estar sano y fuerte para las carreras, mujer. — bromea Charles.

— De hecho sí iba a pedirles que sean embajadores. — me río.

— Y obvio aceptamos, pero ahora a lo más importante, ¿cómo está ese corazón? — pregunta el mayor de los tres.

— Estoy conociendo a alguien. — sonrío al pensar en él. — Su nombre es Jared, lo conocí en el supermercado.

— No me digas que chocaron carros o una cosa así de cliché. — bufa Charles.

Río. — Bueno, sí chocamos coches pero no los del supermercado.

Anthoine abre grandes sus ojos y me señala. — ¡Es el tipo que chocó tu camioneta!

Asiento riendo y entonces Charles me mira ofendido. — Mira, en estos momentos tengo demasiada curiosidad por saber cómo es que terminaste saliendo con alguien que chocó tu vehículo, pero ya más tarde tendremos una seria charla sobre por qué Anthoine sabía sobre esto y yo no.

Me río por los celos de mi amigo antes de dejarle un beso sonoro en la mejilla aprovechando que está sentado junto a mí.

Conocí a Jared hace casi dos meses, cuando salía del supermercado en París y un imbecil chocó su auto con mi camioneta. Bueno, ese imbecil era Jared. Aquel no era el mejor de mis días, había tenido unas complicaciones en el trabajo y además tuvieron que internar a mi abuela por una neumonía, así que tenía el humor super cambiante e irritable, y él se llevó toda mi furia. Intercambiamos papeles del seguro y, cuando fuimos a firmar todo unos días después, él me invitó a tomar café ya que los del seguro tardaban por estar en una junta, y ahí me di cuenta de que quizás mi actitud para con él el día del accidente no había sido del todo justa.

El resto de la tarde pasa volando, con ellos dos siempre es así porque jamás se quedan sin temas para hablar y además siempre hay risas y bromas de por medio. Anthoine y yo nos despedimos de Charles antes de dirigirnos hacia el departamento del primero, donde me hospedaré durante unos días para festejar su cumpleaños.

— ¿Thyl? — escucho que me llama. Las luces de su cuarto están apagadas y con el black out abajo no entra nada de la iluminación de la calle.

— ¿Sí?

— Sabes que vendrá Pierre a mi festejo, ¿verdad? — a pesar de que sé que no me está viendo, sonrío sin mostrar los dientes.

— Pierre y yo estamos bien ahora. — le cuento.

De repente siento un movimiento en la cama antes de que la habitación se ilumine por la luz de la lámpara de su mesa de noche. Me mira con la boca abierta.

— Siempre digo que Charles es dramático y exagerado al ofenderse por todo, ¡pero mierda que sí me ofendí porque no me contaste esto antes! — exclama.

Suelto una risita pequeña antes de estirarme hacia él y besar una de sus mejillas. — Charles sí sabe de esto. ¡Descansa Thonio!

Rápidamente me giro sobre la cama para darle la espalda y cierro mis ojos. Lo escucho gruñir. — Mañana hablaremos bien sobre esto... — murmura antes de apagar la luz.

Y me duermo con una sonrisa en el rostro al pensar en mis dos mejores amigos, tan celosos pero leales. Los conocí gracias a Pierre y agradezco tanto su madurez para no elegir bandos cuando nos separamos, porque obviamente se habrían ido con él y no sé qué sería de mi vida sin ellos.

22 de septiembre de 2018.
Lyon, Francia.

Camino apresurada por el mall, tengo un humor de perros y se lo debo complemente al pésimo servicio en el local donde, hace más de dos semanas, he encargado el regalo para Anthoine y cuando fui a buscarlo me dijeron que la reserva se había traspapelado. Finalmente los obligué a hacerlo en el momento, tuve que esperar más de cuatro horas y soportar el mal humor de los empleados pero ya tengo el regalo. Además fue su error, no tenían por qué tratarme mal.

Llego a la entrada del lugar y paro al primer taxi que veo para indicarle la dirección del hotel donde Charles se hospeda para dejar allí el regalo y así Anthoine no lo vería antes de la fiesta. Minutos después el taxista estaciona y yo le pago antes de bajar con mis cosas y emprender camino hacia el interior, donde visualizo a Charles en el lobby acompañado de dos personas. Trago saliva al verlo.

Charles me ve cuando ya voy cerca de ellos y me sonríe antes de acercarse a besar mis mejillas y arrebatarme el pesado regalo de mis manos.

— Hola, Thyl. — me saluda Pierre con una pequeña sonrisa la cual devuelvo. La mujer junto a él me mira un poco de arriba a abajo y eso me hace arquear una ceja, quiero preguntarle si acaso le gusta lo que ve pero me contengo. Ella codea a Pierre segundos después y él abre grande sus ojos como recordando algo. — ¡Oh! Ella es Katerina, es una amiga mía.

Ella lo mira mal antes de volver su vista a mí y sonreírme un tanto falsamente. — Soy su amiga entre comillas, si entiendes, ¿no? — besa una de mis mejillas y yo solo quiero reírme en su cara y a la vez consolarla por lo que acaba de pasar, pues es la "algo" de Pierre y él acaba de negarla. — ¿Y tú quién eres? Disculpa que pregunte, es que Pierre jamás mencionó a alguna Thyl.

— Pero si recién estuvimos hablando de ella... — menciona Charlie y la cara de Katerina cambia completamente, mirándolo medio mal.

— Soy Thylane y soy la ex de Pierre, pero no soy su ex amiga entre comillas, sino su ex novia. — le sonrío tan falsamente como ella lo hizo conmigo y siento cómo mi ex y mi amigo se aguantan una carcajada, ella solo me mira entrecerrando sus ojos. Miro la hora en mi reloj y suspiro. — Bueno, debo irme porque tengo un FaceTime con Jared antes de la fiesta. Gracias por llevar el regalo por mí, Charlie. — sonrío a mi amigo antes de besar su mejilla y hago lo mismo con Pierre y, ante su intensa mirada, igual lo hago con Katerina. — ¡Nos vemos en el salón!

BEGGING • Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora