Tay simplemente se volteó cuando escuchó la alarma de su reloj.
No había pegado ojo en toda la noche, y todo era culpa de su "padawan".
Se levantó con pesadez y se metió a la ducha, se vistió rápidamente y salió en dirección a la estación.
Otro día de trabajo lo esperaba.
— Buen día, detective — saludaba una joven oficial.
— Buen día.
— Señor Tawan — decía otro agente.
— Buen día.
Llegó hasta la oficina y cerró la puerta, no sin antes servirse la correspondiente taza de café que su alma le pedía a gritos.
Se sentó en el escritorio y retomó la lista de víctimas.
Tenía que concentrarse, ese era su trabajo, pero sabía que cuando llegará New el asunto se iba a poner incómodo.
Y no tardó en llegar.
Abrió la puerta, pero está vez con pesadez, arrastrando los pies sin su habitual energía.
— Buenos días — saludo con voz ronca, acercándose a la cafetera.
— Buen día — respondió Tay sin atreverse a mirarlo.
New se llenó una taza hasta arriba de café puro y le echó una buena cantidad de azúcar.
Se dirigió con pasos vagos hasta su silla y después de darle un trago, posó la taza en la mesa como si le pesará.
Apoyó el codo en la mesa y se masajeó las sienes.
Tay notó el poco entusiasmo de su peculiar compañero y se preguntó qué podría haber pasado.
Pronto supo la respuesta, asumiendo que el chico se había pasado de copas.
— Tómate una aspirina y el café debes beberlo amargo — le comentó sin atreverse a mirarlo — El malestar irá pasando.
New alzó la mirada sonriendo un poco.
— Ni tengo aspirinas ni me gusta el café amargo — contestó.
— Entonces aguántate — dijo subiendo sus gafas con un dedo — En tú escritorio está una lista que quiero que chequees, busca apellidos similares y todo eso.
— Valeeee — contestó mirando sobre el escritorio, y cogiendo esos papeles — Antes de empezar con esto, ¿Te incomoda mi presencia?
Tay sintió un ligero hormigueo en su brazo.
Eso sólo le pasaba en dos ocasiones: cuando estaba demasiado nervioso o cuando estaba realmente incómodo.
Pero está vez podría ser una mezcla de las dos.
— No... ¿Por qué habría de molestarme? — contestó sin levantar la mirada.
New se quedó mirándolo enarcando una ceja.
— Quizá... ¿Por qué no me has mirado desde que entré?
Tay apretó las manos y supo que lo había acorralado, no tenía otra opción.
— Lo siento — se disculpó levantando la mirada — Estoy concentrado en esto, pero no, no me molesta tú presencia.
New sabía que mentía.
Si algo era natural en New era la sinceridad, siempre iba con ella por delante.
Y también se le daba bien el saber cuando le mentían.
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Siniestro [OFFGUN]
Science Fiction"El destino, es un poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la del libre albedrío o libertad" Off Jumpol es un chic...