Siniestro [OFFGUN]

❗Capítulo 16❗

(Advertencia: el siguiente capitulo, contiene escenas de abuso y violación que podrían afectar la sensibilidad de algunas personas, recomiendo leer bajo su propio riesgo y criterio)

Gun miró el reloj, eran las tres menos diez, con los nervios había llegado antes de la hora acordada.

Miró su alrededor, y al no ver a Off decidió sentarse a esperar.

A su mente acudían las imágenes de lo sucedido aquella mañana y aún estando solo, se sonrojó.

Se preguntó qué hubiera pasado si no hubiera estado su madre en casa, o si Off no se hubiera detenido.

Negó con la cabeza, tratando de alejar aquellos pensamientos de su mente.

Pero no podía evitar sentirse algo forzado, ya que se notaba a leguas que Off buscaba algo más que un beso inocente.

El castaño suspiró, agobiado.

— ¿Hace mucho que estás aquí? — preguntó Off llegando a su encuentro, cargando una bolsa plástica.

Gun alzó la vista y negó con la cabeza, sus ojos se posaron en aquella bolsa.

— ¿Qué es? —  preguntó señalándola.

Off se sentó a su lado y sacó un recipiente de la bolsa, lo destapó y estaba lleno de uvas.

— Pensé que nos vendría bien compartirlas — dijo sonriendo, mientras colocaba una en su boca — ¿Gustas?

— Claro — acepto el menor cogiendo una — Me encantan las uvas.

Off observó detenidamente cómo el castaño mordía la fruta y comenzaba a comerla.

No sabía qué se desataba en su interior, pero lo deseaba como nunca había deseado a nadie.

Se ruborizó ante sus pensamientos y desvió la mirada, era la primera vez que se sentía tan emocionado por alguien.

Gun no se percató de aquello, y siguió comiendo en silencio, luego sonrió, sumido en sus pensamientos, y al fin habló.

— Me alegra haber venido aquí hoy.

Off sonrió, jugando con una uva en su boca.

— A mí me complace más el tenerte aquí.

El más bajito se sonrojó ligeramente, mientras observaba a Off juguetear con aquella uva, para disimular, cogió otra uva más y la degustó con placer.

— No creo que sea para tanto —  comento echándose a un lado hasta apoyar su cabeza en el hombro de Off con un suspiro.

El pelinegro lo vio de reojo, mientras lo observaba recostarse.

El jardín estaba muy silencioso y solitario.

Aquí solo estamos los dos.

Su corazón comenzó a latir más rápido y un calor agobiante se empezó a desplegar por su pecho.

Tomó al castaño de la barbilla, para hacerlo levantar la mirada y encontrarse con sus penetrantes ojos negros, sin decir una palabra, lo besó y lo recostó en la hierba.

Gun se sorprendió ante aquél repentino beso, pero lo acogió con la calidez esperada.

Besó como si nunca lo hubiera hecho, con la emoción de un primer beso, lenta, pero tiernamente.

Off comenzó a llevar sus manos al torso del castaño, delineando cada contorno, buscando los botones de la camisa que llevaba, sentía su sangre hervir y deseaba probar aquella blanca piel que parecía hecha de crema.