Capítulo 30

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Tay terminó de revisar unos expedientes y sonrió. 

Estaba en su punto más alto, sólo faltaba un detalle más y estaría completo: tendría un patrón. 

De esa manera, podrían averiguar quién sería la siguiente víctima.

Se levantó del escritorio y observó su reloj de bolsillo, New se estaba tardando. 

No pudo evitar preguntarse si Mile lo había recibido o no.

El padawan no tardó mucho en entrar por la puerta, pero toda la alegría que se había llevado al descubrir tantas cosas, se había desvanecido por el camino, atormentado por las dudas, que sin querer, le había sembrado Mile.

Sin saludar ni mirarlo, dejó la carpeta con toda la información sobre el escritorio del moreno.

— Juzgalo por ti mismo.

Tay tomó la carpeta y comenzó a revisar, ni siquiera se percató del ánimo de New. 

Estaba demasiado emocionado con su primera pista real.

— Lo sabía — dijo sonriendo abiertamente — ¡Sí, New! ¡Tenemos un patrón!

El joven le dedicó una sonrisa bastante falsa y se dirigió a la cafetera, mientras miraba de reojo al emocionado detective.

— Genial — contestó, aunque ya no estaba tan emocionado.

No podía parar de imaginar todas las cosas que Tay le ocultaba, no podía evitar preguntarse si aquel hombre que le hacía el amor, era tan sólo una fachada, que se aprovechaba del momento, para después pasar de él.

Quizá Tay sólo buscaba la diversión de su compañía, hasta decidir sentar cabeza.

Ahora aquellas palabra que le había dicho en el cuarto, cuando mencionó que le había devuelto vida, le parecieron vacías, embusteras.

— ¡De esta manera podemos saber quién será la próxima víctima! — continuaba Tay — Mira, aquí tenemos a los Sangpotirat, también a los Thongkham, todos familiares, muertes en orden cronológico, si, con diferencia de una o dos semanas, pero está allí, ¡Ese es el patrón! Por eso decía "completo", porque Krist era el último.

New no estaba escuchando nada de lo que el otro le estaba diciendo. 

Se había sentado en la silla de su escritorio y había comenzado a columpiarse en ella, observando al moreno mientras seguía sumido en sus pensamientos.

— Y pensar que esa pista la dejó el mismo asesino — terminó Tay tras no parar de hablar ni un segundo — Es abrumante, deberíamos celebrarlo, ¿no?

— ¿Eh? — New al fin salió de su ensimismamiento — Sí, supongo, aunque quizás deberías celebrarlo con esa tal... Namtan ¿no?

Tay sintió que le caía un cubetazo de agua fría. 

¿Cómo sabe de Namtan? 

Dedujo al instante que había sido Mile.

— ¿Qué dijiste? — dijo acercándose un poco, estaba pálido.

— Nada — contestó el menor, mirando los papeles que había sobre su escritorio, y entreteniéndose en ordenarlos.

Cerró los ojos arrepentido de haberle soltado aquello, no era ni el momento ni el lugar, y desde luego no quería iniciar nuevos conflictos.

— Te escuché — dijo Tay sentándose frente a él — Mile dijo algo, ¿cierto?

El joven trató de evitar su mirada, pero no fue capaz, suspiró sin saber qué decirle.

Siniestro [OFFGUN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora