Capítulo 3 - Furia

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Cuando desperté me hallé al lado de un contenedor con heridas y moratones por todo el cuerpo. Me levanté rápidamente para ver dónde estaba Lisa. Miro en el contenedor y no está, también en el fondo del callejón y no hay vista de ella pero veo que está medio muerta, golpeada y sentada detrás del contenedor. Con una rabia impresionante que me sorprendió hasta a mí la cogí, llamé a sus padres por su teléfono y fui corriendo al hospital más cercano que estaba a la vuelta de la esquina.
Veo a su padre preocupado y a su madre llorando y a otros dos chicos castaños medio rubios que se parecen a Lisa, supongo que serán sus hermanos mientras su madre me da golpes y su padre la lleva al quirófano.
Y su madre gritaba -¿Qué le has hecho a mi hija, maldito monstruo?- yo respondí con vergüenza -Su hija me salvó de una paliza brutal y ofreció su cuerpo para ello.- su madre lloró, se derrumbó e incluso pataleó contra sus hijos que pronto la sacarían a fuera para que tomara el aire o algo.
Tras varias horas sin saber nada sentado, aparecieron su madre y sus hermanos -¿Cómo te llamas chico?- respondí -Jake, conocí a su hija nada más al llegar.- ¿Qué tipo de relación tienes con mi hija?- Ninguna, al menos creo que somos amigos- a lo que sonreí un poco -¿Te hace gracia esto?- preguntó su hermano -No, es que es gracioso como las cosas cambian en un mes, antes sólo tenía tres amigos que al final se fueron y ahora... soy una mierda... y lo que me hacer vivir por día son mis amigos pero si me quedo sin ellos... ese tipo de Emos no debería estar en este mundo.- la madre emocionada me abrazó -Lo siento mucho, muchacho, sé que has vivido una vida difícil, pero... por favor, aléjate de ella, no quiero que la causes más problemas.- asiento con la cabeza mientras viene su padre y yo me voy-Eh Jake,¿a dónde vas?¿No quieres saber como está tu "amiga"?- Lo siento, pero pregúntele a su mujer que ella sabrá lo que es mejor para su hija.- esa escena me recordó un poco a la escena de Forrest Gump cuando se puso a correr porque le apetecía pues... me puse a correr, corrí tanto que hasta grité y me dolían las piernas, pero no pasaba nada ya me dolía suficiente todo como para encima sufrir por mis piernas. Sabía que dolía y pasaba de ello, hasta que todo tiene un límite y mis piernas también; entonces caí y rodé, respiré y lloré, sentí y morí por dentro... tantas sensaciones, tantas emociones... ¿De verdad me he enamorado de mi única amiga que se ha sacrificado por mí? ¿Causo tantos problemas en este mundo? ¿Para qué seguir aquí cuando nadie quiere a un Emo como yo? Entonces andé bajo la lluvia hacia un callejón negro (que es donde compran las drogas los yonkis) con el dinero que tenía, compré para 2 rayas de cocaína y una botella de vino que le robé a un mendigo, entonces lo esnifé, me dirigí a una farmacia y robé muchas pastillas. Me tomé las pastillas de golpe y bebí todo el vino que podía y grité -¡¡¡ODIO ESTE SUCIO MUNDO!!!- me dolía todo y entonces me tiré a un riachuelo cerca del bosque y caí bajo un puente. Me quedé dormido hasta la mañana siguiente. Entonces ya no quería saber quién era yo o quién era Lisa.

¿Redención o castigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora