Inmortal

·C A P Í T U L O: 7·

¿Morir?

Mini-Maratón
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Kendall.

No se cuanto tiempo tengo aquí, ¿Milésimas, segundo, minutos o horas? Todo siempre esta oscuro, las ventanas tienen algo tapando las desde la parte de afuera así no se si es de noche o de día. Ni una bombilla brilla para el interior de este horrible lugar.

Pensé he intente encontrar una salida pero no me he querido mover de mi escondite, todo sigue igual a como llegamos: Oscuro, viejo, apestoso y espeluznante.

Y al estar sola no me ayuda en nada.

Si...

¡Sola!

Siento que me estoy volviendo loca, el pánico no cesa, el hambre me ataca y no he podido dormir ya que cuando lo intento oigo ruidos extraños, veo sombras paseándose por los largo pasillo, ay detonaciones de armas y gritos desgarradores que me evaporan el sueño.

Estoy cansada, tengo mucho miedo y que nos hayan encerrado en este maldito lugar no me da ni un avispó de tranquilidad.

Odio los hospitales desde pequeña les tengo fobia y que este sea uno abandonado, sucio y macabro no me da tregua de paz.

¿Como puede existir gente tan mal capaz de lastimar de esta manera?

¿Porque a mí?

¿Porque a Jayden?

Jayden...

Mi Jayden...

Mi pequeño gigante, apenas nos dejaron aquí comenzaron a torturarlo física y mentalmente hasta que me dejo solita, no he tenido tiempo de llorarlo, ni de lamentar su muerte y como si fuera fácil ver sus partes esparcidas por todo el lugar de los hechos.

Lo que me pregunto es: ¿Porque yo solo recibí golpes y no torturas?, ¿Porque no me maratón asi tan cruelmente? O, ¿Sencillamente porque no me maratón?, ¿Porque no me llevaron con las pirañas para que me arrancarán igualmente la piel?, ¿porque no masacran mi cuerpo tal cual?, ¿Porque a mi me dejaron con vida?, ¿Que tengo yo de especial?

Son preguntas sin respuestas, pero conseguiré una por una apenas salga de aqui.

Si es que salimos.

Ya no tengo fuerza, el hambre me ataca, la sed, la angustia, el miedo y las ganas de salir de aquí me agotan.

Ya no pienso, siento, analizo o razonó, solo dejo que pánico me gane, la taquicardia se apodere de mi, me de un infarto y que se acabe este suplicio.

En varias ocaciones me encuentro con Merlina agachada frente a mi, hemos hablado mucho y esta Merl amigable, buena y acogedora me gusta.

-Estarás bien, buscare la manera de sacarte de aquí.-dice ella acariciándome la mejilla.-Eres fuerte y esto no podrá con la coraza de valentía y fuerza que tienes, Ken.

-Es cierto mi pequeña Tazmania.-secunda Jay con la voz distorsionada.-Todavía no te veo aquí, no es tu hora.

Y así pasaban las horas ya que no se cuento tiempo tengo aquí, pero gracias al espejismo de Jay y Merl salí de mi escondite y recorrí aquel horroroso lugar.