·C A P Í T U L O: 13·

1 2 1
                                    

¿Será la asesina?

Después de terminar esa llamada, proseguí a concluir con lo requerido, el plan de volver loca a Kendall ya era un hecho, bueeeno un empujoncito y ya estaba, el de Jay igual y el de la droga ahora se ponia en proceso.

Como he dicho, crear un cartel tu sola y sin ningún tipo de aliado que te posicione puede llegar a ser un poco dificil. O sea, ¿quien va a querer comprarle drogas a un cartel fantasma? Exacto, nadie sensato.

Mi idea de vender la droga es para desmantelar los dos carteles más importantes que son: El de Colombia y el Italiano.

Cuyos carteles cuentan con unos nombres que son bastantes ridículos, en serio. Ya eso se los contare más adelante.

Pero que también cuentan con unas mentes maestras que son bien conocidas por todas las buenas mercancias que trasladan por practicamente todo el mundo.

En cambio, yo no me dare a conocer tan fácil, todo sera mediante un proceso bien sigiloso, poco a poco dare migajas para que den conmigo. Se que soy bastante mierda, pero al menos quiero poner a salvo el pellejo de mi familia; ya que siempre es lo mismo, te atacan por donde más te duele.

Pero... ¿a ti te duele tu familia?

Por Dios, obvio si.

No lo se, Rick, me parece falso.

Bueno, bueno, que me duelan de doler, no. Pero tampoco los quiero muertos...

Estaba muy sumida en mis pensamientos y en la batalla campal conmigo misma que no me fije que, Ken, había vuelto.

—¿Podemos hablar un momento?—pregunta tras dudar un momento.

—¿Que?

Ella se sento arrecostando todo su peso en el espaldar de la silla.

—¿Puede contratar a un especialista que me chequee mi salud mental?

Hundo un poco el entrecejo —¿Porque?

Ella comienza a ver la habitación constantemente.

¿Esta nerviosa?

Pero...¿por que?

—Pero, ya va. ¿Porque quieres eso?

Ella se miro las manos y se apresuro a inclinarse hacía delante.

—Lo que sucede es que hay un vocesita bastante molesta en mi cabeza—se toca la frente—, me doy cuenta de que hago cosas pero las cuales no recuerdo haber hecho... ¿Sabes que me pasa, Merl?

Bueeeeeeno, si supiera las charlas/peleas/pos-planes que tengo yo con la molesta vocesita de mi cabeza se quedara tranquila, pero... ¿No se acuerda de lo que hace? Será una... ¿Doble personalidad lo que desarrollo?

No, no, no, no por favor, no puedo con una Kendall y ¿tendré que lidiar con dos? Karma papi, se que me he portado BASTANTE mal, pero no me castigues así.

—Hablare con, Mason—me límite a decir.

Ella sonrio traviesamente—¿Como llegue aquí, Merl? Que yo sepa me sacabas con tú súper plan y en el yo estaba consiente.

Oh, no. Pensé que no se acordaba.

Ya vez que te equivocaste, querida ¡Vamos cuéntale!

¿Sabes que te pones pesada a veces, consiencia?

Da igual, cuéntale que me muero por escucharlo.

—Mason me ayudo—respondi.

Ella me hizo un gesto con la mano para que prosiguiera hablando. Odio que meta las narices donde no debe, la muy estúpida.

InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora