Ni tan bien, ni tan mal.
Ya siento que no salgo de un problema como para ya entrar en otro, ¿Porque todo tiene que torcerse tan de pronto?
En realidad... Esto es lo menos que me preocupa, teniendo en cuenta que soy una asesina, mi anomalía por cada rabieta que tomo empeora, Ken siendo Ken, Jay ya muerto, la idea del cartel.
Si no tuviera la certeza de que puedo con todo, creo que ya estaria más loca de lo que estoy.
Ahora a contactar a la compañia de actores, el espectáculo esta por comenzar.
La comisaría me recibe con el tipo ambiente de: asco, pesar, aburrimiento y suspenso. Sin olvidar el mal olor que ejerce de aquí, claro esta.
El oficial Huett, me dirige a la sala de interrogación dejándome allí por una hora, como que se apiadó de mi adorada presencia porque después llego con cuatro personas a su espalda.
Lo que me faltaba.
—¡Eres una maldita!—me grita una cría de unos...¿14?—. ¡¿Como pudiste matar a mi madre de tal manera?
Me rió, pero fue una carcajada que los dejo anonadados.—. ¿Como sabes que fui yo, cariño?
Ella me da una mirada que si se pudiera me fuera directico al infierno.—.¡Porque ella te temía!—se aferra a su acompañante.—.¡Ella nos dijo que tú: Merlina Sinclair Hoffman, no eras buena persona!
Ahora, si en estos momentos mi mirada matara esta bastarda estuviera desintegrada.—Primero acuerdame, ¿cuando te di permiso para que mi nombre saliera de tú asquerosa boca?—rugí empuñando las manos sobre la mesa.—Y segundo, ¿tienes pruebas de que yo la mate? Estas acusaciones son bastantes fuertes, querida Anila.
Ella se tensa y mira en dirección de su acompañante.
Una sonrisa demoniaca sale mis labios.—Si, se estaran preguntando como se tú nombre si la digna y ejemplar: Abby West jamás habla de su vida personal.—le señalo las sillas para que tomen asiento.—O bueno hablaba porque esta muerta, ¿no?
Como no dijeron nada me encogi de hombros y prosegui con mi frabullosa charla.
—Puede que no solo ella me tenga miedo, puede que no solo ella haya querido poner a su familia a salvo de mí. Y para ser sincera no tengo idea de por que, si yo no les he hecho nada, pero ¡Ash! Me da igual.—me encogí de hombros.—Prosigo, puedo que ella apesar de ser respetada y todo ese rollo, hay que admitir queridos Anila y Anibal que su adorada madre escondía muchos secretos.—repiqueteo los dedos en la mesa.—Y uno de esos secretos son ustedes dos.
Todos me miran como si tuviera un tercer ojo en la frente.
—¿Que quiere decir, señorita Sinclair?.—me pregunta Huett.
Suspiro paseando la vista en el rostro de cada uno de los presentes.—Lo que quiero decir es que mientras no haya una sola prueba en mi contra que estipule que yo asesine a la susodicha puedo retirarme.—dejó claro—Si sabe que traerme sin ninguna prueba es un arresto, ¿no?—lo miro—Y sobre, West. Ellos son su familia deberían saberlo.
Sin más me puse de pie y me dirigí a la puerta... Peeero, no seria yo si no hago mi despedida triunfal.
—Tú adorada madre, Anila.—hago una pausa y ella se gira en mi dirección.—No era tú madre.
Y me fui, joder. Se siente tan bien dejar a las personas con incertidumbre.
Camino a la recepción para recoger mis cosas no pude evitar el dolor en la parte tracera de mi cabeza. Dios, esto cada vez es más difícil de soportar.
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Inmortal
Mystery / ThrillerLas mujeres podemos llegar a ser tan vivoras como nos planteen. Capaces de destruir con una palabra. Incluso ser la droga más afrodisíaca que toquen tus labios. Y... Liderar Joder, si que si sabemos Liderar. Ya sea desmantelar y crear tú propio cart...