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Nayeon — Me iré a dormir, que lo disfrutes

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Nayeon — Me iré a dormir, que lo disfrutes... —

El helado se derretía.

>> En la habitación...<<

Nayeon ~ Si no soy fuerte ahora jamás lo lograremos. ~

Los límites de Nayeon chocaron contra una pared donde nunca en su vida olvidará lo que su novia pasó en esa misma noche...con la mujer que odia infinitamente hasta verla en la ruina.

>> Al día siguiente...<<

La pesadilla del Domingo se hizo historia. Jeongyeon llevaba el mal trago de su experiencia inesperada con su jefa, claro que...no podía olvidar las cosas con un chasquido de dedos o cerrar los ojos y olvidarlo por completo.

Ella recordaba todo tan detalladamente que el alcohol que bebió y emborrachó su cerebro es como el inicio de un mal chiste.

Mina — " Te amo, Jeongyeon. " —

Jeongyeon — " Ahha... Mina. " —

Nayeon le dejó su desayuno preparado en la mesa, hoy esquivó todo contacto con su novia, marchando temprano de su hogar.

Jeongyeon ~ Me lo merezco, más que esto... ~

Acariciaba su propia mejilla, la que fue anteriormente golpeada por la mayor.

Se masajeaba con una crema para aliviar el dolor y el ardor que producía.

Jeongyeon — Como quisiera que todo esto fuera una pesadilla. Quiero despertar y estar con Nayeon. Sin tener que hacer estas cosas. —

Su sueño frustrante la lleva a ese pozo de su depresión.

>> • • • <<

Mina — Buen día. ¿La señorita Yoo llegó? —

Saludó a la administración.

— Buen día. Todavía no señorita Myoui. ¿Quiere que le avise cuando ella esté aquí? —

Mina — Si por favor. Dígale que suba directamente a mi oficina, la espero allí. —

— De acuerdo señorita. —

Myoui se colocó nuevamente sus gafas, subiendo por el ascensor. Hoy se veía muy coqueta.

Momo — Sana. ¿Podemos hablar? —

Sana — Si. —

Momo cerró la puerta de su oficina.

Momo — ¿De en verdad no sabías nada que Mina ayer traería a esa mujer a la cena? —

Sana — Esa mujer tiene nombre, Momo. Y no, no lo sabía... —

Momo le arrebató fácilmente la hoja que Minatozaki mostraba lectura.

Sana — ¡Momo! —

Momo — Te conozco. ¿Porqué no me lo dijiste? —

Sana — Porque fue un secreto... —

Momo — Debiste decírmelo. —

Sana — Fue un secreto de amigas, Momo. ¿No puedo tener secretos con mi amiga? —

Momo — Sabes a quien trajo ayer exactamente, Sana. —

Sana — Me prometiste que no ibas a seguir más con ese tema de detective, Momo. —

Momo — Lo sé, lo sé. Es que...¿Porqué tanto espacio le dió Mina? Tanta confianza en tan pocos días. —

Sana — Deberías conocer más a Mina por lo que dices Momo. —

Aconsejó seria.

Momo — Creo que insinuas algo... —

Sospechó.

Sana — Tú lo dices, no yo. Mi amor... —

Se levantó, retirándo la hoja que le arrebató y se despide de ella...

Sana — Debo entregar esto, te amo, hablaremos en el almuerzo, ahora debo seguir trabajando... —

Momo — ¿Para qué me puse tan borracha ayer? Que tonta fui...—

—

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