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Nayeon — Hasta mañana

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Nayeon — Hasta mañana. —

Las horas laborales de Nayeon terminaron por hoy.

La mayor encontró a Jeongyeon con la mirada al piso.

Nayeon — ¿Jeongyeon? ¿Qué haces aquí? —

Jeongyeon — ¿Nayeon? ¡Nayeon! —

Ella la abrazó tan fuerte, por extrañarla, por sentirse dolida, por sentirse culpable de todo lo que les afecta en su vida. Rompió a llorar.

Nayeon — ¿Pero que te pasó? ¿Porqué lloras, Jeongyeon? —

Su respiración se contrae contra el pecho de Nayeon.

Jeongyeon — Porque todo me sale mal, siempre voy a pasos adelantados cuando tú haces todo bien, piensas en lo correcto, ayudas en donde más se necesita, yo nunca escucho, nunca tolero nada. —

Nayeon — Oh... Jeongyeon. No te preocupes, siempre tenemos días malos y buenos. —

Jeongyeon — Soy un desastre. —

Levantó la mirada dejandose revelar su triste semblante.

Nayeon le negó todo lo que ella exhaló devastada. Acaricia su cabello y sus mejillas.

Nayeon — Que importa si no te merezco, eres mi desastre. Porque esta mujer que tienes al frente y que te esta cuidado ama tus defectos, porque sabe lo comprensiva que es contigo y entiende tu actitud. —

Jeongyeon se ocultó una vez más contra el abrigo de su novia, volviendo a llorar, volviendo a sentir como ella aún así soporta sus decaídas, sus lamentos, sus lágrimas que se pierden en su cuerpo. Pareciéndole injusto por entregar poco y recibir más de sus mutuos sentimientos.

Nayeon — Vamos a casa. —

Jeongyeon — Prometo que terminaré pronto y nunca más haré que pises este lugar. —

Nayeon — Tranquila. Hablaremos en casa... —

USAME [2YEON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora