Capítulo 18

349 15 2
                                    

A las pocas horas de la espera la puerta comenzó a abrirse, dejando a entender que Federico había llegado en ese momento.

"Ya regresé _____(TN)" El me miró y notó mi cara seria y con una pizca de tristeza, estaba apunto de hablar pero creo que noto la caja que estaba sobre la mesa "¿Qué hace esa caja aquí y abierta?" Me cuestiono comenzando a acercarse en dirección a la caja para cerrarla.

"No lo intentes.." Susurre en una voz vacía "Ya vi el contenido que se encontraba en esa caja Federico.."

"______(TN) solo déjame explicarte por favor..." Mencionó con un poco de desesperación en su voz mientras intentaba acercarse a mi, pero intentaba alejarme de él.

"¿Por qué....?" Mencioné sin esperar alguna respuesta "¿Por qué no me ibas a decir que mi verdadera familia estaba enfrente de mis ojos...?"

"Yo..."

"Todo el infierno que tuve que vivir, el desprecio y la tristeza que había pasado en toda mi infancia ¿Valía la pena por guardar un estúpido secreto?" Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos "Las noches en vela que no podía dormir por las pesadillas que me atormentaban debido a que no había nadie, ¡porque tú me habías abandonado a mi suerte con tu madre! ¿Valían la pena?.. ¡¿Enserio valían la pena Federico?!" Ya no había vuelta a atrás las lágrimas corrían por mis mejillas con coraje e impotencia.

"¡¿Enserio crees que no lo intente?!" Menciono con severa desesperación "¡Mamá jamás me dejó decirte sobre él tema!, esa fue la principal razón por la que me fui de Uruguay. Sabía que era una amenaza para su familia y me dejó ir en busca de mi futuro para que nadie te dijera del tema"

"¿Y por qué no decírmelo ahora...? ¡Estoy aquí hace más de un año Federico y en ningún momento de ese año fuiste capaz de decirme algo sobre eso..!" Estaba apunto de hablar pero lo interrumpí " ¡Y no m vengas con lo de tu madre porque ella ni siquiera sé ha dignado a aparecer por aquí o quisiera saber algo de lo que estuviera pasando en mi vida! ¡Así que no, esto ya no es entre tú madre y ambos, es entre tú y yo!" Me crucé de brazos con cansancio, las pensamientos intrusivos que habían inundado mi cabeza comenzaban a darme dolor de cabeza a un nivel de mareos.

"Lo intente ____(TN)...¡Lo intente múltiples veces, pero jamás pude hacerlo!" Me menciono haciendo énfasis de que su desesperación comenzaba a ser enojo "¡¿Crees que es fácil hacerlo?! ¿Más con una adolescente desbocada con sentimientos frágiles?" Suspiré con gran impotencia sobre sus palabras porque ya sabía la respuesta que me esperaba si cuestionaba algo.

"¿Cuando planeabas decirlo...?" Cuestione en un susurro apenas audible.

"¿Qué?"

"¡¿Cuándo planeabas decirme sobre toda la mentira que había estado viviendo durante toda mi vida?! ¡¿Cuándo?!" Él se quedó en un silencio abrupto "No lo planeabas, porque ni siquiera pensabas hacerlo" El bajo la mirada, dejándome destrozada y decepcionada a la vez "¡Esto es increíble!

Tomé mi teléfono que se encontraba en un pequeño bolso que tenía sobre mi hombro, estaba segura de lo que haría.

"No mereces ni el nombre de hermano" Susurré con gran impotencia hacia su figura.

"¡Te di todo lo que una adolescente de tu edad podría pedir, cada cosa sin importar que fuera o cuánto costaba era destinado hacia ti, pero lo único que hacías era despreciarlo!"

"¿Enserio crees que un regalo cada ves que cometías un error o una equivocación iba a arreglar las cosas?" Cuestione incrédula ante sus palabras "¡Yo no quería nada de eso, yo ni siquiera te lo pedí!" Al parecer esa fue la gota que derramó el vaso.

"!Pero yo lo hice porque te amaba, porque te lo merecías!"

"¡Yo ni siquiera quería nada eso, lo único que te pedí fue sinceridad y cariño, pero ninguna de esas cosas estabas dispuesto a darme y solo lo compensabas con tontos regalos que ni siquiera servían de nada en absoluto y lo sabes muy bien Federico! ¡Así que no me vengas con que yo era la egoísta porque sabemos bien de los dos quien lo era y tú mismo siempre lo negaste!"

Una vez que ya no habría nada más que decir me acerqué a su lado y pase un decir nada, camine un poco más hasta llegar a la puerta de entrada y así fue. Gire la perilla y como última advertencia la abrí para después cerrarla detrás de mi. No tenía idea alguna de a donde iría, pero solo quería estar lejos de él.

•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora