•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»

Capítulo 15

- ______(TN) -

Estando adentro del apartamento agradecí que las luces estuvieran apagadas, pues era un indicador de que Federico estaría descansado o ni siquiera al pendiente de lo que pasaba alrededor suyo, pero mi buena suerte no duró para siempre. Las luces se encendieron dejando ver una sombra de un hombre, la cual conocía a la perfección y realmente quería evitar.

"Quiero que me digas en donde estabas" Demando con un tono grave mientras sus manos estaban cruzadas.

"No es de tú incumbencia" Respondí con amargura. No le diría nada de lo que estaba ocurriendo, a él era a la ultima persona a la cual querría decir.

"Nada de eso jovencita, estoy a cargo de ti y en cualquier cosa que hagas me preocupo por ti" Esa ultima frase fue la detonante de mi risa irónica.

"¿Ahora si te importa?" Reí de forma irónica a su parlamento.

"Siempre me he preocupado por ti"

"¿Cuándo? Todo lo qué haces es regañarme por cosas que ni siquiera son importantes o deberían importarte y cuando haces algo mal tratas de darme cosas como si eso fuera importante y no lo es. ¡Jamás has tratado de entenderme o siquiera preocuparte por mi! ¡Nunca lo hiciste como para que ahora me vengas con que te preocupo o te importo Federico!" Respondí en un ataque de coraje y rencor que había mantenido durante mucho tiempo, las lágrimas caían por mis mejillas sin querer ese resultado.

«¿Por qué siempre que intentaba hablar con él terminaba llorando?»

"________(TN), yo...."

"¡No Federico!, ¡Sabias muy bien todo esto, pero aún así decidiste no hacerme caso sobre mis advertencias!"

"________(TN), solo escúchame....lamento tanto la situación que has tenido que pasar por mi culpa y enserio quiero disculparme por todo de ante mano, en ese instante y hace unos momentos no comprendía la situación que te hacía pasar, pero alguien me hizo darme cuenta y recapacitar sobre las cosas que he hecho" Las lágrimas eran algo que no podía detener aunque quisiera, solo quería que volviera a ser el hermano que alguna vez ame "Así que si me lo permites y aún no es tarde ¿Podemos comenzar de nuevo?" Mis mejillas mojadas y ojos cristalizados no querían hacerlo, pero mi corazón si quería hacerlo aunque me dijera que no sería lo indicado.

Suspiré pesadamente con lágrimas en las mejillas "Federico...., Eh....esta bien, te perdono" Suspire al sentir el abrazo que comenzaba a sentir alrededor mío.

"¿Ahora si me contarás en donde estabas?"

"Estaba con Alex porque me invitó salir" Mencioné emitiendo ciertos detalles que podían ponerme en una situación comprometedora.

"¿No quiere decirme algo más?" Cuestionó con sus brazos cruzados y una mirada pícara.

Recordé en ese instante la propuesta que Alex me había hecho y a la cual había correspondido "No estaba en mis planes decirte, pero...Alex me pidió que fuera su novia y no rechace su propuesta" El rio un poco al escuchar mis palabras.

"Aunque no lo creas, eso ya lo sabía. Pero antes de que digas algo es momento que vayas a tu habitación a dormir, se supone que mañana tienes colegio y tú a estas horas despierta

— Al día siguiente

La alarma sonaba impacientemente. Realmente detestaba esa alarma, pero no podía hacer nada contra eso. Sin más pose mí antebrazo sobre la alarma que estaba sobre el pequeño buró haciendo que la incesante alarma se quedara callada por ese instante.

Di un largo suspiro de cansancio "Bien, hora de comenzar el día" Tomé un par de cosas que estaba sobre el buró más grande de mi habitación, para después salir directamente hacia el baño.

A los pocos minutos salí vistiendo una falda de un tono negro, unas medias negras junto a una camisa de botones blanca y unos zapatos blancos con leves tacones de pocos centímetros. Mi estómago no tenía tanto apetito, pero sabía que Federico no me dejaría ir al colegio sin más.

Estando en el comedor me acerque un poco hasta la cocina, dando con un plato que hacía sobre la barra de la cocina, a su lado había un plato con frutas, en especial fresas y frutas secas, algo que enserio llamaba su atención. Sin cuidado alguno colocó algunas en aquel traste donde yacía su desayuno y rápidamente corrió a donde su mochila y lo guardó allí, sin prueba alguna del delito.

"¿Estas lista?" Apareció su hermano detrás de ella, haciendo que diera un leve salto en su lugar.

"Mhm.." Asintió sin decir nada mientras colocaba su mochila en solo un hombro, el izquierdo.

[...]

Caminaba en conjunto a Alex, ambos estábamos en el mismo taller para la suerte de ambos, aunque no en el mismo salón.

"Pues al final termino apoyando la idea" Hablé con sorpresa en mi rostro, aunque el solo dio una leve risita "¿Cuánto a que tú le fuiste a decir Alex?" Mencioné mientras me cruzaba de brazos y le sacaba la lengua.

"Perdón, pero era necesario linda"

"Ya no importa Alex, la parte más complicada ya está resuelta, ahora solo es cuestión de decirle a los demás"

Ambos cruzamos la puerta de entrada hacia el taller de dibujo en el cual ambos estábamos por cuestiones diferentes.

Coloqué mi mochila a un lado de las mesas con banco en la cual Alex se había sentado a mi lado. El pasar de los minutos comenzaba y la profesora que nos daba no aparecía. Esto comenzaba a ser aburrido, mientras que a la par varios bostezos salían de mi boca. Esta era la ultima clase del día y nos tocaba dos horas de la materia, así que no podía hacer nada más que intentar prestar atención cuando llegará.

"Esto es tan aburrido Alex" Confesé mientras recostaba mi cabeza en la mesa.

"Lo sé linda, no creo que la profesora llegue, ya es demasiado tarde, así que ¿por qué no duermes un rato?" Asentí sin más. Mi cabeza dolía por el calor y las clases anteriores, así que será una buena solución.

Solo deje que mis ojos comenzaran a cerrarse así sin más, dejando leves bostezos junto a que Alex comenzaba a dejar leves caricias por mi cabellera, logrando así que me quedara completamente dormida.

"Linda.." Escuché de fondo mientras alguien comenzaba a sacudirme un poco. Levante la mirada para buscar al responsable y me encontré con Alex.

"¿Qué sucede?" Cuestione con la voz un poco ronca mientras intentaba fijar mi mirada.

"Ya es hora de irnos linda, vamos" Yo asentí, dejando que tomara mi mano para guiarme mientras despertaba del todo.

Pocos minutos después recobré la conciencia, recordando que sería el momento ideal de decirle a los chicos. En total todos en grupo nos iríamos a los departamentos, después de todo así habíamos quedado anteriormente.

Ambos nos acercamos a los chicos mientras manteníamos las manos entrelazadas, algo que creo que daba indicios de algo o sobre la noticia.

"¡Chicos tenemos una gran noticia!"