•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»

Capítulo 05

A la mañana siguiente.

Un toque fue dejado sobre aquella puerta que llevaba bloqueada una noche entera.

"______, el desayuno esta listo" Mencionó dejando un par de toques más, esperando una respuesta concreta.

"I am coming right away— Voy enseguida" Un suspiró de alivio salió de sus labios. Asintió inconscientemente mientras se alejaba de la puerta en dirección al comedor que estaba a unos pocos metros de distancia.

Detrás de la puerta había una joven somnolienta. Varios bostezos salían de sus labios carmesí. Su cabello desarreglado junto a sus ojos entrecerrados.

Talló uno de sus ojos, sintiendo los cálidos rato de sol que caían por el ventanal que estaba a su lado. Camino hacia la puerta de entrada, observando cómo aún vestía las prendas del anterior día. Sus ojos levemente abiertos observaban su camino de una forma nublada, mientras era seguido de varios bostezos cansados.

"Good morning..." Otro bostezo salió de sus labios. Se acercó hacia la silla que estaba frente a ella, cerró levemente el suéter gris que vestía.

Su vestimenta se conformaba de un top blanco arriba del ombligo. Con anterioridad había retirado la blusa que portaba, cambiándolo por el suéter gris para poder dormir. Por último habían unos pantalones holgados de un tono verdoso seco.

"¿Cómo estuvo la noche, ______?" Cuestionó temiendo si mencionar el tema de la noche pasada sería una buena idea.

"Good, i supouse— Bien, supongo" El plato ahora estaba frente a ella, siendo así dado unos cuantos bocados para comenzar.

"Me alegra" Atentamente observó cómo daba bocados lentamente, intentando no dejar algún rastro en el plato "______..." Tan solo fue correspondido por un silencioso 'Hm...' "En un par de minutos vendrán unos amigos, estarán aquí un momento. Solo vienen de visita" Lentamente asintió, levantándose de su lugar para salir hacia la cocina en busca del fregadero.

"Alright— Está bien" Murmuró "I'll be in my room— Estaré en mi habitación" Salió de la cocina, cruzando delante de su hermano justo antes de entrar a su habitación y cerrar la puerta.

Federico volvió a resoplar mientras negaba con la cabeza. Era más complicado de lo que pensaba asociarse con su propia sangre.

A los pocos quince minutos después la puerta principal fue llamada con unos cuantos golpes que tenían un ritmo conocido. Se acercó a ella, abriéndola y encontrando a un grupo de jóvenes somnolientos.

"Qué hay..." Murmuro uno de ellos, siendo él primero que dio entrada, seguido de la multitud restante.

"¿No podías levantarnos más tarde, Fede?" Cuestionó Alan bufando mientras tallaba uno de sus ojos con esperanza de despejar su vista nublada.

"En primera, no es mi culpa que ustedes se desvelen hasta altas horas de la madrugada" Menciono alzando un dedo "En segunda, no es temprano. Son las diez de la mañana mocosos" Un bufido se escuchó de por medio.

"¡¿Diez?!" Volvió a bufar mientras hacía un puchero "¡Yo me levantó hasta los doce!" Alegó, dejándose caer sobre el sillón que estaba delante suyo.

"No seas exagerado, Tony" Su hermano negó con la cabeza, suspirando de seguido.

"¿Para qué querías que viniéramos a esta hora, Fede?" Max bostezo, recargando su cabeza sobre el hombro de Alan que estaba parado a su lado.