•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»

Capítulo 11

Un par de personas reían en el jardín, observando cómo diferentes razas de canes corrían por el gran jardín con entusiasmo. Venían hacia ellos completamente mojados por el rociador que estaba activado en ese instante.

Dos de ellos se encontraban sentados en el pasto, reían y sonreían mientras los canes se acercaban con gran entusiasmo hacia ellos. Se revolcaban entre ellos y dejaban que los acariciaran, dejándolos completamente mojados.

"¡Esta es la mejor idea que Federico pudo haber tenido en miles de años!" Alego, riendo al observar como uno de los pequeños canes se acercaba hacia ellos con una vestimenta realmente tierna.

"_______" Tan solo recibió un murmuro de llamado "¿Estás segura que puedes quedarte por más tiempo en la casa?" Su rostro se ladeo con sorpresa. No esperaba ese tema tan repentino.

"¿A qué viene eso, Alan?" Sus manos seguían pasándose por un can realmente peludo que se había acomodado entre sus piernas.

"Solo digo que estas últimas noches hasta estado desvelándote hasta realmente horas de la mañana. No duermes correctamente, además de que apenas tienes tiempo para estar con nosotros" Menciono, replicando de inmediato "¡No es que me moleste!" Añadió en exasperación "Es solo que..., no creo que nada de lo que ha estado sucediendo durante estos días esté en tus planes realmente"

Ella solo suspiró "Realmente nada estaba en mis planes. Solo me quedaría un mes aquí, volvería terminando el último día del mes. Sin embargo, le rogué a Finn que me dejara quedarme un par de semanas más" Murmuro, manteniendo su mirada en el can frente a ella "Su plazo fueron dos semanas. Por eso he estado tan ocupada, él se ocupa de las conferencias mientras yo las organizo" Su mirada se fijó en el, observando cómo había incertidumbre en ella "El plazo termina en cinco días. Me tengo que ir el jueves de vuelta a mi casa en Los Ángeles"

"¿Por qué no dijiste nada?" Alego.

"Por qué... las cosas iban realmente bien. Me agrada estar con usted. Convivir en estos pequeños momentos" Menciono, sosteniendo sus manos en el can "¡Arregle las cosas con Alex! Realmente me agrada estar con él, con todos. Fueron momentos realmente lindos, sin importar que mi hermano tenga unas ideas idiotas" Alan río junto a ella "No quería arruinar nada de eso. Solo les diría el mismo día que debía irme por algunas circunstancias"

"Deberías decirles" Rápidamente negó.

"No es una buena idea. Me agrada como son las cosas ahora. Me agrada como son las cosas con Alex, ahora" Murmuro la última parte, dejando que su rostro se coloreará. Alan alzo una ceja "Les dire, solo que aún no encuentro el momento indicado para hacerlo. Pero te prometo que lo haré, ahora solo déjame disfrutar del momento. No podré hacerlo para siempre" Alan asintió, recargando su cabeza sobre su hombro.

La escena era enternecedora, al menos así fue antes de que los globos con agua comenzaran a caer furiosamente del segundo piso. Ambos salieron corriendo en el momento que el globo se reventó cerca de ellos. Agua con hielo. El can que estaba en sus piernas corrió detrás de ambos, teniendo la lengua de fuera con gran diversión.

"¡Eso no es nada justo!" Alego Alan, corriendo con un par de globos en la mano hacia el principio del jardín, donde comenzó a aventarlos hacia el segundo piso.

"Mi vestimenta se fue al demonio" Declaró, quitando la camisa blanca de botones que tenía sobre ella, dejando una blusa negra de tirantes junto a unos pantalones cortos de mezclilla.

Tomó un par de globos del balde que estaba delante de ellos, agradeciendo en un grito a Arenovitzz que estaba en la parte del techado delante de ellos. Comenzó a hacer el mismo movimiento que Alan, tirarlos hacia el segundo piso, obteniendo que el agua de los globos cayera sobre de ellos múltiples de veces, aunque consiguiendo el objetivo.

"¡Atrévete a tirar hielo y estar muerto!" Observo como el agua con hielo caía sobre ambos, retrocediendo un par de pasos antes de que cayera, aunque Alan no fuera lo suficientemente rápido para ello.

Tan solo se carcajeó, observando cómo Max, Alex, Federico, Luigi y Tony bajan del segundo piso con su vestimenta completamente mojada.

"¡Creo que los que más se divierten son ellos!" Menciono Max, haciendo que todos giraran a inervamos. Se encontraban en el pasto, jugando unos entre otros mientras el agua caía sobre ellos.

"¡Si me enfermo va a ser tu culpa e iré a enfermarte a tu habitación!" Informó al ver cómo rellenaban los globos, totalmente dispuestos a lanzarlos en ese mismo instante.

"Correré el riesgo" En ese mismo instante todos los integrantes corrieron al sentir como el agua caía sobre ellos. Girando hacia arriba, observando a Dominic junto a Iván con varios baldes de agua repletos de trozos de hielo.

Ahí se encontraban en completo todos, corriendo de cualquier que tuviera un globo en las manos. Algunos eran perseguidos por múltiples canes que pensaban que tan solo estaban jugando inocentemente. Otros se encontraban corriendo mientras tomaban globos para lanzarlos a otros.

"¡Oh, vamos, Alex! ¡No seas así de maldito!" Alego, resoplando el cabello que se quedaba en su rostro.

"Reglas son reglas. Veamos si eres lo suficientemente rápida como para que el globo no te alcance o alguno de los dos!" Sin embargo, fue interrumpido por un par de globos que fueron arrojados en su dirección, escuchando una carcajada frente a él que comenzó a alejarse.

"¡No lo creo, Alex!" Río corriendo en dirección a Alan. Tomó más globos entre sus manos, buscando salvación en ellos.

"¡Eso no fue nada justo, Wolfhard!" Menciono corriendo hacia ella, ocasionando que el balde se volcara y ambos tuvieran que correr a por él antes de que Alex los alcanzara a ambos.

"¡Tú lo dijiste, reglas son reglas!" Ambos escucharon un bufido antes de seguir corriendo en busca de refugio de la helada brisa.

Ambos reían mientras intentaban evitar los globos, aunque eso no fuera posible. Sabían que no podrían reír por el tiempo que ellos quisieran, aunque eso no los detendría para conseguir su objetivo.