Capítulo 13

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"Alex... Esto es demasiado" Menciono en el momento que un collar fue colocado sobre su cuello "No puedo aceptarlo. No tenías que hacer nada de esto" Alex dio un beso sobre su mejilla al término de colocar el collar "Es tan hermoso..." En medio del collar había una pequeña piedra que claramente pasaba como rubí, siendo rodeada por cuarzos pequeños.

"No más hermoso que tú..." Alex retomó su camino hacia sus labios, dejando un casto y cálido beso sobre ellos "Ahora, si me permite, señorita Wolfhard, es momento de regresar con los demás" Ella asintió aún anonadada por el momento.

"Claro, señor" Tendió sus manos, siendo tomada por Alex, el cual la tomó de la cintura antes de comenzar a retomar el rumbo hacia la esperada morada.

....

"Que linda te ves hoy" Menciono Alex, el cual había tomado lugar en un taburete que estaba a un lado del mesón, observando cómo la mujer horneaba galletas para el esperado cumpleaños de Alan.

"Gracias, Alex. Sin embargo, siempre estoy así" Río al recordar como Alex había estado halagándola durante muchos días sin importar que hiciera.

"Eso es lo menos relevante, Linda. Siempre luces hermosa" Se levantó del taburete, caminando hacia ella antes de darle un beso en su frente "¿No crees que has trabajado demasiado?" La tomó de las manos, alejándola de sus labores de repostería.

"¡Solo quieres que deje esto para ir contigo, Alex!" Reclamo riendo al observar cómo el negaba con inocencia en su rostro.

"No se de qué estás hablando" Negó con la cabeza, haciendo reír a la mujer frente a él.

"¡Bien lo sabes, Alejandro!" Musitó cruzándose de brazos "Alex..., tengo que terminar eso. Le prometí a Alan que hornearía algo para su cumpleaños, y si no me dejas hacerlo no terminaré" Insistió retomando su lugar en la cocina "Si pretendes esperarme puedes hacerlo, no me falta demasiado"

Alex tan solo bufo, regresando al lugar en el que se encontraba sentado anteriormente "Bien. Aquí estaré hasta que termines" Escucho como ella se reía.

"Suerte con eso. Te aburrirás, aún tengo que ponerle el glaseado al pastel" Menciono, dirigiéndose hacia el refrigerador en busca de aquel glaseado en tono verde limón-lima.

"Veremos si eso sucede"

Al pasar los minutos tan solo observaba silenciosamente como ella tomaba una espátula y comenzaba a colocar el glaseado sobre las capas de pastel que contenían jarabe de fresa dentro. Al término de una media hora, tan solo observándola logró admirar cómo colocaba unas perlas de azúcar, al igual que unas velas.

"¡Listo!" Declaró con emoción, llevando uno de sus dedos a la boca para probar el jarabe de fresa. Sin embargo, antes de que eso sucediera fue detenida.

"Ni lo sueñes. Recuerda que eres alérgica a las fresas" Tomó una servilleta, comenzando a limpiar los dedos que estaban cubiertos con los ingredientes "¿Lo llevó a la mesa?"

Asintió "Solo espera que me lave las manos para que podamos estar allí" Unos pocos minutos después ambos estaban entrando al comedor con el pastel en las manos, dirigiéndose a Alan el cual se encontraba en un sillón con su teléfono en la mirada "¡Feliz cumpleaños, Alan!" El tan solo sonrió, levantándose del sillón con alegría.

"Así que eso estuviste haciendo durante estos dos días" Sonrió inocentemente.

"Debes soplarle para que procedamos a cortar el pastel" En ese mismo instante Alan sopló, aunque ella apartó el pastel en el momento que llegó Ian junto a Federico, obteniendo así qué Alan terminara con un pastel recién comprado en el rostro.

Las risas no hicieron falta. Al poco tiempo todos se encontraban repartidos en la mesa, disfrutando de el pastel recién horneado. Alex se encontraba junto a Federico, solo escuchando las locuras que tenía que decir, mientras ella se encontraba en el balcón mirando el jardín. Aquello no pasó desapercibido por Alan.

"¿Qué sucede?" Cuestionó acercándose hacia ella, dejando caer su cabeza sobre su hombro.

"Me voy de vuelta a Los Ángeles, mañana por la tarde" Murmuro apretando sus puños, dejando salir un suspiro cansado.

"Eso es algo que ya todos teníamos contemplado" Observó como una mueca aparecía en su rostro "No me digas que-"

"¡No pude decirle, Alan!" Rápidamente se alejó del torso de Alan, caminando en círculos por el balcón, pasando sus manos por su cabellera "¡Estos tres días han sido maravillosos! ¡No tuve tiempo para algo como eso. No quería arruinar nada de lo que estaba sucediendo" Alego entrando en desesperación "¡¿Qué pretendías qué hiciera?!" Rápidamente Alan se acercó a ella, dándome un fuerte abrazo.

Al poco tiempo escuchó como sus latidos al igual que los suspiros comenzaban a ser más regulares, indicando una sensación de calma en su sistema.

"_______... Tienes que decirle. No puedes dejar que suceda lo mismo que hace un par de años..." Ella negó abruptamente con la cabeza "Tienes que decirle..." En ese mismo instante el mencionado apareció.

"¿Sucede algo?" Cuestionó, haciendo que rápidamente ambos se separarán, dejando una mirada desolada en ella.

"No te preocupes, cielo. No ocurre nada, regresemos con los demás para tomar un café con este mal clima" Alex un poco desconcertado asintió, dejándose llevar al sentir como enrollaba uno de sus brazos con el suyo.

Alan solo negó la cabeza, dejando que ambos huyeran. Solo dos amantes podrían amarse si la verdad vivía entre ellos.

....

10:34 AM

Alex se encontraba cómodamente preparando dos cafés en la cocina, bajo la cálida mirada de su pareja.

Ella suspiró con pesadez "Alex..." Murmuro, esperando que aquel se diera vuelta.

"Dime, linda" Había una sonrisa en su rostro. Le tendió el café, rodeándola con un brazo.

Oprimió sus labios, queriendo evitar que las palabras salieran de su boca. Quedarse en ese momento e irse sin decirle "Alex..., me iré a Los Ángeles devuelta esta tarde. En cinco horas" Murmuro, escuchando cómo Alex dejaba de tomar su taza de café y la dejaba sobre el mesón.

"¿De qué estás hablando, linda?" Cuestionó dirigiendo toda su atención hacia ella.

"Debí haberme ido hace aproximadamente dos semanas. Solo iba a estar un mes aquí, Alex. Le rogué a Finn que me dejara quedarme un poco más; sin embargo, el plazo de dos semanas se cumple esta tarde" Murmuro, observando cómo los colores de su rostro lo abandonaban "Mi vuelo de regreso a Los Ángeles es a las tres de la tarde" Temió por la falta de palabras.

"¿Por qué no dijiste nada antes...?"

"Estábamos tan bien. Después sucedió lo del árbol de cerezo. No quería arruinar nada de eso. No quería que se repitiera nada de eso..." Su tono era desolado. Entre ambos solo había un silencio abrupto, realmente desgarrador "¡Alex, por favor! ¡Solo dime algo!" Observó como Alex se levantaba de su lugar, dejando sin alguna palabra el lugar "¡Alejandro!" Las lágrimas corrían por sus mejillas, observando cómo su amorío salía de su vista.

Un portazo se escuchó, dejando completamente sola, con un corazón roto.

De pronto la puerta se abrió, dejando ver a Alan junto a Ian y Federico, los cuales habían estado detrás de todo. Antes de que alguien pudiera pronunciar algo una palabra fue dicha.

"Se fue..."

•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora