•𝑬𝒍 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒏𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂 - Carlitos y tú «𝒸𝑜𝓇𝑒𝑒𝒸𝒸𝒾𝑜𝓃»

Epílogo

Una pareja se encontraba caminando por una casa hogar, buscando a la persona ideal que ambos querrían amar y cuidar por toda su vida.

Aquella mujer con recién cumplidos los treinta años observaba minuciosamente a los curiosos niños y, adolescentes que se acercaban o tan solo observaban desde el lugar que se encontraban. Los curiosos niños corrían a su alrededor o tan solo caminaban a su lado para observarlos.

"Esta es la sección de los recién nacidos" Ambos negaron dulcemente con la cabeza, obteniendo una risita de la cuidadora "Como veo que ninguno de los dos quiere un recién nacido mejor pasemos con la siguiente categoría, los niños"

Comenzaron a caminar hacia una sección diferente, en donde habían diversas camas que eran realmente pequeñas o de un tamaño menor a la de un adolescente.

"Estos son los niños que tenemos" Menciono mostrando una multitud de catorce niños que estaban dibujando en el suelo o jugando entre ellos. La cuidadora termino de mencionar los nombres, encontrando con una falla "Katie..." Musitó, acercándose a una pequeña niña que probablemente tendría once años.

"¿Si, cuidadora Alana?" Susurro mientras continuaba coloreando su dibujo que estaba sobre la cama.

"¿Donde está Peter?" Ella bufo, dejando salir un suspiro agudo.

"Debe estar en la biblioteca, siempre se encuentra ahí en vez de en el jardín o en las habitaciones" Musitó haciendo un puchero con sus labios, manteniendo su atención sobre el dibujo y los crayones entre sus manos.

La cuidadora dejó salir un suspiro de cansancio "Lamento los inconvenientes" Disculpo retomando su posición "Peter es un poco travieso y escurridizo, normalmente se escabulle entre lugares que aveces nosotros no podemos encontrar. Debo ir a buscarlo, si fueran tan amables que seguir explorando, después los buscaría para presentarles a Peter"

"Claro, no se preocupe, nosotros comprendemos" Era una dulce voz "Iremos por los pasillos a observar a los pequeños curiosos que se encontraban ahí" Agradecida por su comentario sonrió.

"Vamos, linda" Ambos salieron de las habitaciones tomados de las manos, comenzando a observar a los pequeños que estaban en las puertas tan observadores.

La pareja caminaba por los pasillos, observando cómo diversas categorías de niños estaban en m multitudes. Habían pequeños niños que corrían entre ellos jugando y riendo, mientras que los niños o adolescentes de una mayor categoría se encontraba en los jardines riendo entre ellos, aunque algunos se encontraban con libros entre sus manos, con la mirada fija en ellos.

Las carcajadas junto a los niños corriendo por el lugar eran ruidos característicos que habían aprendido durante el viaje que habían recorrido para encontrar a aquel pequeño/a que podrían amar.

"Buenas tardes..." Musitó una voz detrás de ambos, sorprendiéndolos levemente por no haber escuchado algún paso que viniera hacia ellos.

La pareja giró, encontrando a un niño pecoso con el cabello castaño, levemente revuelto y unos ojos color miel. Entre sus manos había un libro sobre la flora.

"Buenas tardes, ¿cuál es tu nombre pequeño?" La mujer se arrodilló sobre sus galones, quedando a la altura de aquel pequeño que era realmente bajo para su estatura promedio.

"Mi nombre es Peter..." Había una muestra dé timidez. Sus ojos resplandecían al observar a la mujer que estaba delante de él.

"Mucho gusto, Pete" Esta vez la voz fue de un hombre desconocido para el pequeño, teniendo que alzar la mirada.

"Lamento la interrupción, debo irme, me están buscando en este instante" Aquel pequeño tan solo murmuro esas palabras, obteniendo una sonrisa de ambos.