Capítulo 3. Pasado las semanas...

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Marshall estaba terminando su jornada de trabajo diario con Kelly e iba a la zona de descanso a tomar su tazón de café. Se tiró en la manta más cercana y empezó a beber de su tazón. Kelly por su parte fue a pedir su almuerzo. Mientras tanto, Marshall se puso muy pensativo, sin dejar de beber su tazón de café, en cómo había llegado tan lejos. Ahora era el mejor médico del Hospital General, por encima del Director Kirk, y por encima de muchos otros grandes médicos. Se lo reconocía en las calles a los pocos días de atender sin descanso a los pacientes en estado grave y medio urgentes. Marshall y Kelly eran muy queridos por los ciudadanos de Ladriburgo y muy apreciados y elogiados por sus colegas médicos. 

*Marshall mira el suelo*

Marshall: Me hubiese gustado que estés aquí mamá... 

Y recordó sus momentos de infante. 

Marshall jugaba con Chase y con Kelly cuando sonó el timbre de la estación de bomberos del Regimiento 33 de Nueva York. Los bomberos se montaron en el camión de bomberos (obviamente) y salieron rumbo al hospital general de Ciudad Aventura.  Marshall fue detrás de ellos, dejando a sus amigos, corriendo al hospital general. Al llegar, el hospital entero estaba en llamas mientras que su padre, Blaze, apagaba la entrada mientras el resto apagaba el fuego de los pisos superiores. 

Bombero: Hay alguien adentro!!

Blaze entra al edificio, y minutos más tarde, el fuego se controla. Pero Blaze sostenía una dálmata médica, la madre de Marshall. Con ojos llorosos, Marshall mira a su madre, comprendiendo por lo que su madre le enseñó, que esta había muerto asfixiada por el humo. Y salió corriendo, mientras su padre Blaze intentaba reanimarla a la desesperada. 

Una lágrima brotó del Marshall del presente. Kelly, que volvía con su almuerzo, notó que Marshall lloraba un poco, por lo cual se acercó.

Kelly: ¿Qué tienes Marshall?

Marshall se limpia una lágrima: Nada. 

Marshall toma de un trago el resto de su café y se levanta.

Marshall: Mejor iré a ver si hay alguien de urgencias. 

Marshall se va. 

Kelly en sus pensamientos: <<¿Qué le pasará?>> 


*Con Everest y Skye*

Everest levanta la vista del cuadro del dibujo.

Skye: Por fin te despegas del dálmata. Jiji.

Everest rueda los ojos: Cállate. He memorizado cómo es para separarnos en caso necesario. 

Skye señala: Allí hay alguien. Vamos a preguntar.

Ambas se acercan al cachorro de lobo que dormitaba dócil. El lobo tenía una venda médica en la pata izquierda trasera y la reposaba sobre un montón de hojas. Roncaba en sueño ligero, asique cuando las cachorras se acercaban las olfateó y se despertó.

Lobo: ¿Qué hacen 2 cachorras sabrosas por aquí?

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