Todo es sobre ti

Parte X

Se nos pasó la hora tiradas en la arena. Estábamos recostadas una al lado de la otra, mirándonos de frente aprovechando los últimos rayos de sol. El viento agarraba fuerza con el atardecer y desordenaba el pelo de Rubí, que estaba en dirección contraria a la brisa. Retiré unos mechones de pelo de su rostro creyendo que estaba dormida, pero al tocarla se sonrió con mi caricia.

-Oye, ¿puedo quedarme contigo de nuevo? -preguntó sabiendo mi respuesta.
-Obvio que si. Igual yo me voy en dos días, no sé si sea bueno que te separes de tus amigos ahora.
-¿Dos días? -posó sus codos en la arena saliendo de la postura relajada que tenía- ¿no te podí quedar un poquito más?
-Pucha, no puedo Rubí. Imagínate que mentí en el trabajo, dije que estaba enferma y Raúl me está cubriendo. De hecho me ha escrito ene mensajes para consultarme algunas cosas.
-Pucha. Pensé que iríamos a Paris -dijo haciendo un puchero- oye pero entonces aprovechemos estos días en Barcelona y luego me voy contigo a Madrid.
-¿Cómo? No poh, na que ver si tú teni que aprovechar de conocer. Anda con tus amigos y cuando termines el plan que tenías, ve si puedes volver a Madrid.
-Hum... no sé. Ya, mejor después vemos eso, ahora acompáñame a buscar mis cosas así me voy contigo ¿vale?
-Bueno. ¿Después salimos a comer algo? Acá hay un lugar genial que quiero que conozcas.
-Ya, si obvio  -me dijo liberando una bonita sonrisa.

Llegamos al hotel y Rubí se encontró con uno de los chicos de su grupo en la sala de entretención que había para compartir entre los huéspedes.

-¡Hola desparecida! -Era un chico brasileño, lo supe por su acento.
-¿Jaja y tú, en qué andas Luis? -dijo Rubí de manera simpática.
-Aquí, divirtiéndome un rato. Conociendo gente, tú sabes como soy yo, jaja. -Luis me miró buscando saludar- Hola, soy Luis, amigo de Rubí.
-Hola, Macarena. Amiga también de Rubí -Luis me dio un beso y un abrazo en un claro acto de cercanía propio de los latinos.
-Estábamos hablando hace un rato con los chicos y queremos salir de nuevo esta noche, ¿se suman? -levanté las cejas esperando la respuesta de Rubí, pues no quería influir en sus planes.
-Hum, compártanme el lugar por WhatsApp y veo si llego -sólo atiné a sonreírle a Luis cuando me miró contento por la posible participación de Rubí.

Eran cerca de las 8pm cuando subimos a la habitación.
-¿No vas a entrar? -dijo ella al verme apoyada en un muro, dispuesta a esperar.
-No, mejor te espero acá. Debe estar tu amiga.
-¿Y? o sea, si no quieres entrar está bien, pero esta también es mi habitación.

Nina abrió la puerta sorpresivamente.

-¡Ay Rubí! nos tenías preocupados -entendí que habló en plural cuando se asomó un chico que estaba con ella.
-Hola Nina...Hola Antonino -Rubí miró extrañada- Si sorry. Es que se me apagó el celular, pero estoy bien.
-Qué bueno que viniste -dijo el muchacho abotonándose la camisa- estábamos planificando qué hacer esta noche.
-Si, Luis me dijo que quieren salir. Yo vine por mis cosas.
-¿Cómo así? -Dijo Nina, lanzándome una mirada desafiante, la que evité mirando a otro lado. No quería problemas.
-Eso, voy a quedarme en otra parte así que vine a buscar mis cosas -dijo Rubí encogiéndose de hombros y abriéndose paso a la habitación.

Nos quedamos en la puerta Antonino y yo, escuchando a lo lejos lo que hablaban dentro.

-¿Y el viaje? -Nina la perseguía mientras Rubí recogía sus cosas.
-Si, el viaje por ahora sigue pero me quedo en otra parte y ya luego coordinamos. Lo conversamos por WhatsApp, ¿te parece?

No logré escuchar claramente cómo continuó la conversación.

-Hoy salimos de nuevo, súmense que va a estar entretenido -Antonino entendió que no tenía mucho que aportar en ese momento y se retiró lanzándome ese comentario.