Parte III

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-¿Te sientes mejor? Se te ve mejor semblante.
-Si...Perdón por hacerte salir así. -Raúl me abrazó durante todo el viaje en taxi. Me sentía muy avergonzada.
-¿Segura que quieres ir a tu casa, Maca? -Entendía el sentido de su pregunta. Jacinta me pediría explicaciones que no tendría sentido dar. No quería dar.
-Si. Además mañana trabajamos y prefiero estar repuesta...Tengo miedo Raúl, creo que ella va a estar ahí. Te juro que nunca se me pasó por la cabeza que pudiese ser parte de esto...
-Lo sé. Pero tienes que estar tranquila, mira ya sé qué hacer... Mañana hablaré con los chicos de producción para que me entreguen el programa detallado y así saber cuál será su participación.

Nunca me había interesado más allá en los eventos que montábamos. Me limitaba a hacer mi trabajo enfocado en el diseño y preparación de los sets o escenografías. Aún así, no recordaba haber visto a Rubí mencionada en ninguno de los afiches o publicidad de la famosa convención.

-Creo que quizás es parte de las "y otras personalidades invitadas" -Dije a Raúl haciendo el gesto de comillas. No lograba entender por qué no imaginé que pudiese estar presente en el maldito evento.
-Hum, es lo más probable. Van los típicos famosillos de las redes como El Rubius, Luisito y otros que no conozco, pero claramente está la probabilidad que ella sea parte de ese grupo menos conocido. Por eso, déjame conversar con producción y ya luego vemos qué hacer ¿vale?

Raúl le pidió al taxista que lo espere mientras me acompañaba a mi piso. Aún me sentía débil y borracha, y para peor se venía una posible reprimenda de Jacinta por no considerarla para acompañarnos.

-Bueno Maca, acá te dejo. Me escribes cualquier cosa, ¿bueno?. No te enrolles con lo de mañana que quizás logramos que ni te la topes...Eso siempre y cuando sea realmente lo que quieres... -Me lanzó una mirada cómplice que respondí con un suave suspiro. Raúl sabía que mi subconsciente lo único que esperaba era encontrarse con ella.
-Te quiero. Gracias por acompañarme. -Le di un beso y bajó a saltitos por las escaleras del antiguo edificio donde vivo.
-!Besos, guapa! Piénsalo.

Abrí suavemente la puerta de mi departamento intentando que Jacinta no reaccionara, pero fui torpemente boicoteada por mi gata Frida que tiró un florero al verme entrar.

-Shh, ¡Frida! -Le dije muy molesta, cómo si ella fuese la culpable de estar yo tan ebria.
-Estoy despierta, no es necesario que entres en silencio. -Dijo Jacinta con evidente molestia desde el sofá donde estaba recostada leyendo. Intenté mantener la compostura para que no notara el estado en el que iba.
-Disculpa...no te quería despertar. Vengo súper cansada. -Dije mientras me sacaba los zapatos y pantalones para ir a dormir.
-¿Lo pasaste bien?
-Si, piola. Ya sabes, típica junta de trabajo. -Cuando bebo me salen los chilenismos que creía ir olvidando. Le hice un gesto de cierto aburrimiento, le di un beso en la cabeza y me lancé a la cama.

Por la distribución de mi piso, la habitación quedaba conectada con una puerta corredera al living y cocina. Vi a Jacinta decidida a continuar la conversación, se apoyó en la puerta separadora con los brazos cruzados y lanzó sus dardos.

-Para la próxima, además de un mensaje avisando, esperaría que al menos me respondas los mensajes que te envío. Si ibas a estar con Raúl, podrías haberme sumado. Me dejas sola acá...-La interrumpí.
-Jaci, no quiero discutir. No tiene sentido...no tenia por qué sumarte porque es una junta de trabajo y tú no trabajas conmigo. -Le dije mientras ponía la almohada sobre mi rostro. No tenía ganas, ni cabeza para discutir con ella después de haber visto a Rubí. Peor aún, mi poca lucidez se mantenía descifrando qué haría si me la topaba al día siguiente.
-Bueno, duerme. Te dejo tranquila...mañana conversamos -Volvió al sofá y noté que continuó con su lectura, evidentemente hastiada por la situación y mi desinterés.

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