Todo es sobre ti

Parte XII

Eran cerca de las seis de la tarde y estaba por terminar de empacar mi bolso para regresar a Madrid. Habíamos paseado todo el día por Barcelona, capturando las clásicas postales turísticas y aprovechando para grabar videos que Rubí subiría a su Instagram. Ella también ordenaba sus cosas, y aunque mi corazón pedía más de ella, esperaba que estuviese preparándose para ir al hotel en Barcelona junto a sus amigos y no para partir conmigo a Madrid.

-Tengo que comprar mi boleto -dijo de manera repentina, con un cántico de felicidad que complicaba aún más el escenario.
-Rubí... ven -teníamos que conversar sobre sus planes, aunque sabía que lo que tenía que decir no le iba a gustar.
-¿Qué pasa? -dijo frunciendo el ceño
-Pasa que...tú no vas a ir conmigo a Madrid. No podemos.
-¿Qué?
-Eso. Es que no entiendo para qué quieres venir conmigo. ¿Por qué motivo vas a cambiar tus planes? -sentí que a medida que avanzaba en mi argumento menos lógica tenía -¿Qué pasaba si no nos veíamos?
-Pero Maca, nos vimos poh y eso cambia todo...pa mi fue lo mejor que me pudo pasar encontrarme contigo.
-Si, si para mi también. Pero nada tiene que cambiar... -Rubí me interrumpió exaltada, dejándome estupefacta ante su reacción.
-¡Por la cresta Maca! ¿Quién te entiende? Ayer me dijiste que viniste a buscarme porque querías verme y ahora no quieres que me vaya contigo. Me dices que nada tiene que cambiar, ¿de qué estai hablando?
-Rubí, yo tengo que volver a trabajar.
-Si se Maca, yo también trabajo.
-Si, pero a otro ritmo Rubí. Imagínate que yo voy a estar todo el día en la agencia, ¿para qué vas a estar en Madrid? No le veo sentido, hay días que termino súper tarde...-me interrumpió con un grito angustioso que le quebraba la voz evitando el llanto.
-¡Uyy qué rabia! ¡Ya! Tanto te complica decir que no queri estar conmigo. Tú prefieres seguir tu vida tal como la tienes hasta ahora y no queri que yo venga a complicarte las cosas.
-No es cierto.
-¿Entonces? ¿Por qué te niegas a que te acompañe? a que yo quiera estar contigo.
-Es que no es justo. Tu estai de vacaciones Rubí y nunca pensaste en quedarte en Madrid, ¿por que lo harías ahora?
-¡Porque te quiero poh Maca! ¿cómo va a ser tan difícil de entender? porque prefiero pasar estos días contigo aunque sea poco tiempo, porque así mantengo viva la ilusión de poder estar juntas, porque... ¡Uff!

Rubí se sentó en el suelo, como si cayera rendida ante mis palabras. Noté su frialdad, su actitud endurecida tomando fuerza para defender su orgullo herido. De un momento a otro la chica dulce y tierna de la que estaba enamorada desapareció y se transformó en una mujer indiferente actuando de manera desafiante para ocultar su decepción.

-Ya, porfa no te pongas así -dije intentando contenerla- Yo también quiero estar contigo, si por eso vine, tú sabi que te quería ver.
-Deja tu juego Maca. ¿Sabí qué? No te compliques, yo me voy con los chicos y lo voy a pasar espectacular.
-Rubí...escúchame -me arrodille frente a ella intentando mantener contacto visual- Hay otra cosa que me complica...
-Si sé Maca. Es por la Jacinta, ¿cierto?

Rubí no dejaba de sorprenderme. A pesar de tener una actitud alegre y aparentemente liviana, sabía leerme y descifrar lo que me pasaba sin necesidad de conversar. Si bien había terminado con Jacinta, no podía hacerle daño, y llegar con Rubí sería repetir la historia de hace cinco años. Jacinta no se merecía eso.

-Ella vive conmigo -dije con nerviosismo, sabiendo que la enfurecería.
-¿Cómo que vive? ¿No era que habían terminado?
-Si, terminamos pero hace como cinco días Rubí, es obvio que ella esté aún en el departamento.
-Bueno entonces pídele que se vaya poh
-Rubí ¿en serio?
-Jaja ya, dejémoslo así. Ahora entiendo. Tú ya tenías la decisión tomada así que no conversemos más.

Intenté explicar en vano la situación, pues a Rubí sólo le bastó con saber que Jacinta vivía conmigo para cerrarse a conversar. Comenzó con un berrinche de niña chica, sacando de su arsenal unas cuantas frases hirientes que evité responder para no entrar en su juego.