Todo es sobre ti

Parte XIV

Cuando salí de la habitación tuve el presentimiento de que algo no iba bien. Quería regalarle una polera a Maca, pero sólo alcancé a ver a Jacinta enfurecida ante mi presencia.

-Ella se va a casar -dijo, lanzando un misil antes de irse.

La perra me había alcanzado dos veces y sentía el ardor que dejaron sus arañazos en mi cara. Los ojos me lagrimaban y tenia pequeñas líneas de tono rosado en la mejilla, como cuando aún es muy reciente para saber si quedará marcado o si es efecto del golpe que pasará con las horas. Raúl, al intentar detenerme, me había dejado sin opción de defensa, conteniendo mi cuerpo y evitando así que yo la golpeara de vuelta.

-Rubí, déjame verte. ¿Te duele mucho? -dijo Maca muy angustiada al ver los evidentes rasguños que había dejado su ex.
-Esa weona está enferma Maca, ¿!cómo me pega mientras Raúl me tenia agarrada!? ¡Es muy perra! Se aprovechó que no pude defenderme.
-Si, Rubí. Disculpa porfa...tranquila ¿ya?. Vamos a tener que ponerte algo para que no se te marque la cara.

Raúl hurgaba en un cajón buscado alcohol y una pomada que aliviara el dolor.

-Lo siento Rubí, no quise dejarte expuesta, sólo quería separarlas...
-Si sé, no es tu culpa.

Jacinta había superado todos los límites, mostrando una faceta que al parecer Maca no conocía. Si algo me tranquilizaba, es que tenía más motivos para no sentirme mal por querer estar con Maca.

-No creo que se quede en el depa después de esto -Maca parecía avergonzada de lo sucedido y claramente le estaba dando vuelta a lo que Jacinta dijo sobre mi matrimonio, aunque no quiso comentarlo frente a Raúl.
-Después de lo que hizo querrás decir...
-Si Rubí, después de lo que te hizo. Está mal, no creas que la quiero defender porque no es así. Se pasó de la raya.
-Pucha es que te veo súper relajada con el tema y mira cómo me dejó...
-¿Relajada? No quiero más problemas Rubí. Ya fue suficiente. Espero de verdad que la Jaci se vaya y así poder estar tranquila.
-Podrías pedirle que se vaya entonces...

Si algo me sacaba de quicio era el comportamiento pasivo de Maca. No entendía cómo después de lo sucedido no era capaz de enfrentarla. Quizás la relación que tuvieron fue mucho más importante de lo que pensé y eso me agobiaba.

Me retiré un poco harta a la habitación. Necesitaba descansar de la tensa situación que habíamos vivido. Raúl bajó el volumen de la música y yo sólo tenía ánimos para dormir un rato más. Maca me siguió al rato, pues Raúl salía de compras para hacer algo de comer.

La vi entrar con preocupación. Claramente estaba angustiada por lo sucedido pero tenía un nerviosismo propio de querer conversar algo incómodo. Se sentó en la orilla de la cama, mientras yo seguía recostada.

-Oye Rubí... la Jacinta dijo que te ibas a casar ¿Es verdad eso?
-No... -dije con tono seco.
-Dime la verdad, ¿por qué dijo eso entonces?
-Ay Maca, no me voy a casar. Estaba comprometida, es verdad, pero no me voy a casar. Te conté de mi ex...
-Si, pero no me dijiste que tenían planes de casarse Rubí...
-Bueno no tengo que decirte todo poh Maca.
-Ah bacán. Esperaba que algo así de importante me lo dijeras...
-Maca, yo vine a este viaje sola. Ya no estoy con Óscar hace un rato, y si...nos íbamos a casar pero él se portó mal y terminamos hace un tiempo.
-¿O sea que no te está esperando? ¿No tienen nada pendiente?
-No. Él cree que si... pero yo ya decidí que no voy a volver con él.
-Uff qué heavy Rubí, casarse es un compromiso grande.
-Si, lo sé. Y sé que no estoy preparada pa algo así.
-Me da lata que la Jacinta me haya dicho esto y no tú.
-Maca, a mi me da lata que no seas capaz de terminar con esa mina. Mírame como estoy.
Yo sé que es algo que debía comentarte, pero no significa nada. Lo que tenía con Óscar se acabó, es definitivo.
-Tiene que ser definitivo. No te podi casar poh Rubí
-¿Cómo así? -La miré sorprendida ante su fuerte negativa.
-Es que claramente no lo amas. No te hubieses metido con Nina o conmigo.
-Para Maca. No te pongas al nivel de Nina, en serio... Yo no me voy a casar. Este viaje cambió todo -Maca me interrumpió lanzándose sobre mi tiernamente.
-Si se, ¿es porque me queri a mi cierto?
-Jaja mírame, estoy hasta rasguñada por ti poh. Cómo no te voy a querer...
-Pobrecita... No te mereces esto. Discúlpame, debí ser más dura. La Jacinta se desubicó.