capitulo veintiuno

94.5K 6.1K 572
                                    

Drake apareció como por arte de magia para salvarme de aquella situación, aún así noté como miro a Liam de arriba abajo como si este fuera un prófugo de la justicia. Aclare mi garganta y busque alguna excusa inteligente para irnos de ahí lo antes posible, sin preguntas estúpidas.

-Estaba buscando a Scott.-Le avise a Drake, aparté mi cuerpo de Liam rápidamente y fui al lado de mi hermano.-Creo que debemos irnos.

-Si, se me hacía un poco extraño que tardarás tanto así que te busque por las dudas. -Explico mi hermano.- Hola, Liam.

-Drake.

Ese fue todo el saludo de Liam, pues su indiferencia había regresado. Junte mis cejas confundida y arrastre a Drake lejos de ahí.

-Vaya vaya, creo que a alguien le interesa alguien.... Vale, no quiero dar nombres pero...-Mi hermano me miró a mi luego, al lugar donde Liam se encontraba hacía un momento.

-¿De qué estás hablando? -Quise saber.- ¡Dios, no puedo creer que pienses que estoy interesada en Liam!

-Nunca dije que tu seas la interesada, pero te ha salido solito. -Se burló.-Bueno, no negaré que si se verían bien juntos.

-¿De que se supone que estás hablando ahora? ¡Reacciona! Es Liam y soy yo que por cierto no estoy interesada en nadie.

-Pensé que estabas interesada en Noah.

- Yo también , pero me he sentido rara cuando finalmente lo he conocido. No del todo solo cruzamos palabras pero no se sintió...Nada especial.

-Entonces Noah no cumplió con las expectativas de tu cabeza, eso es la parte horrible de tener un crush en alguien. Cuando comienzas a idealizarlo.

-Si, creo que tienes razón.-Admiti.-Pero al menos eso me hizo sentir mejor en el lado de que ahora sé que no estoy enamorada de Noah.

-Creo que es lo mejor, Noah detesta los compromisos.

Hice una mueca, ambos regresamos para encontrarnos con Jenny y no volvimos a decir nada de lo que había visto Drake ni tampoco de Noah. Me sentía bien al darme cuenta de que lo único imposible sobre aquel chico solo me lo había inventado yo en la cabeza, sonreí relajada.

-Jenny ¿Habías visto desfilar a Liam antes? -Le pregunté, cuando Drake se alejó para ir al baño.

La chica dudo a mi lado.

-Ah ¡Si! Creo que una, o dos veces. El en realidad no lo hace seguido, odia todo lo que tiene que ver con las cámaras y eso. Solo lo hace aquí porque este evento es privado, por lo tanto nadie más se enterara.

Quería preguntar el porqué el decidía aquello, quizás Jenny conocía el verdadero motivo. Pero la otra parte de mi, sabía que solo se sentiría cómoda si Liam fuera el que le contara las cosas. De todas maneras me pregunté ¿Por qué demonios me estaba interesando tanto? Tenía una respuesta, sólida como roca: El chisme estaba bueno seguramente.

-¿Ya son amigos Liam y tú? -Cuando Jenny hizo esa pregunta, yo voltee a ver a Liam pero ya no se veía por ningún lado, nerviosa negué.

-No, no creo eso.

Y era cierto, pese nuestra chocante relación yo todavía no podía definirnos como amigos. esa palabra nos quedaba grande, era más complicado llegar a Liam de lo que parecía.

Definitivamente no amigos.

(***)






-No puedo creer que no le tomaste fotografías.





Me encontraba en mi cuarto, boca arriba y con el teléfono pegado a mi oreja. Me había asegurado de contarle todo a Cassie incluyendo la parte del desfile de Liam. Me hizo decir en voz alta que estaba bueno y ahora estaba ofendida porque no retrate aquel momento.

-Estaban Prohibidas, algo del evento.

-¿Por qué estarían prohibidas las fotografías en una fiesta?

-No sé, quizás los modelos son narcotraficantes.

-O experimentan con cadáveres.

-Posiblemente.

Antes de seguir hablando, Cassie hizo una leve pausa.

-Se que no debería decir esto pero en realidad Scott está muy bueno también ¿Podrías presentarmelo alguna vez?

-¿¡Acaso quieres que Becky te aniquile!?

-Por Dios.-Se rió desde el otro lado de la línea.- Tiene como catorce ¿Que podría hacerme con esas manitos?

-Ah, de todas formas no te presentaré a Scott ya le gusta a alguien más.

- ¿ A alguien más que además de caerte bien no es Becky? Wow, estoy tan sorprendida ahora.

-¿Por qué? Scott le gusta a todo el mundo.

Bueno, casi a todo el mundo.

-Si es cierto, pero es su culpa por tener ese rostro angelical además escuche que la tiene...

-¡Debo irme, adiós! -Interrumpi.

-¡Mentirosa, no tienes que hacerlo!

Me reí y colgué la llamada antes de que dijera algo perturbador, me quedé revisando mi móvil cuando alguien golpeó la puerta y me levanté para abrirle a nada más y nada menos que mi madre, esboce una sonrisa hacia ella.

-Hola.-Saludé. - ¿Ha ocurrido algo?

-No, no todavía. Es decir, no es como si tuviera que pasar algo. -Trato de explicar. -Estuviste hermosa esta noche.

-Muchas gracias, Every ayudó bastante.

-Estoy segura de que no tiene nada que ver con Every, siempre supiste como resaltar.-Sonrió. - Se que han sido días difíciles para ti, lamento haberte metido en este problema.

-Estabas preocupada por mi y yo estaba desesperada. Era esto o nada, así que esta bien por mi.

-No quiero que te conformes con esto solo porque piensas que no tienes otra opción.

-¿Estás sugiriendo algo?

-Si, que lo dejes si no te gustes.

Aquellas palabras me dejaron en silencio, quizás si me lo hubiese propuesto unos días atrás lo habría dejado pero ahora no quería hacerlo. Estaba adaptándome y tenía ese sentimiento de que podía controlarlo, al menos por ahora.

-Supongo que si en algún momento me supera lo haré. - Confesé. - ¿Qué piensa papá de esto?

-Dice que no está de acuerdo con esto del modelaje, su punto es entendible. Aún eres pequeña.

-Cumpliré diecinueve en dos meses.

-Sigues siendo una niña, a veces me cuestiono sobre si hice lo correcto.

-No me molesta el trabajo, me ha costado adaptarme. Eso sí, me hubiese gustado que me consultes antes.

Ella suspiró.

-Lo se, siento mucho eso. Estabas comenzando a deprimirte.

-Si, lo se.

-¿Qué te pareció la fiesta?

-Estuvo bien.

-Me alegra escuchar eso, descansa.

-Igualmente.

No odiaba a mi madre por la solución que había buscado, ni la consideraba una mala mujer por eso mismo. Ella siempre había sido demasiado paciente conmigo y merecía que yo hiciera esto.

Además, la idea de ser modelo ya no me resultaba tan aterradora como antes.


Aprendiendo a ser femenina © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora