capítulo veinticinco

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En definitiva,  necesité  una ducha de agua fría sobre todo después de la imagen de Liam y yo basándonos en mis sueños. Solté un suspiro de frustración cuando choqué mi rostro con la almohada, parecía un adolescente  de dieciséis  con hormonas alborotadas.   Patético.

Cuando baje de mi habitación  mi familia ya estaba preparándose para desayunar, salude a todos con una sonrisa tímida una parte de mi tenía miedo de que pudieran leer mis pensamientos y darse cuenta de que había pasado algo, asi de imbecil  estaba.

—Nos iremos en diez minutos,  Every estará aquí para cuando Clary regrese del trabajo. —Avisó,  asentí mordiendo mi tostada. Había olvidado que Every nos cuidaría, sin embargo aquella no parecía ser la peor parte cuando papá continuó.

—Por motivos de precaución  tomando en cuenta lo ocurrido en años anteriores,  hemos decidido hacer una lista  de personas que pueden entrar a la casa en nuestra ausencia.

Drake levantó una ceja y habló con la boca llena.

—¿Por qué nos hablas como si fuéramos reclusos? 

—Con ustedes se puede esperar cualquier cosa. —Se defendió el que suponía era el hombre  maduro de la familia, me incliné hacia  Wendy y murmure.

—De ahora en más tú serás mi imagen de madurez ¿De acuerdo? 

Mi hermanita pequeña parecía encantada.

—Es lo justo.

—¿Quiénes son las personas que están en esa lista?  —Preguntó Drake estirando su cuello para espiar el papel que mi madre tenía entre sus dedos, pero lo escondió antes de que pudiese verlo.

—Cassie, Matt. Tu amigo Colin. —Dijo mirando a Drake, porque yo no recordaba a ningún Colin.—  Y Noah si quiere venir.

Casi me ahogue con algo.

—Ah, creo que salió de viaje con su padre. O  algo así, no preste mucha atención porque lo dijo mientras jugábamos  video juegos. 

Bueno, al menos no tendría que enfrentarme a Noah. Era una buenísima señal, sin embargo eso de la lista si me parecía una estupidez. Se supone que ya somos adultos en proceso

— ¿No sería el momento ideal para que nos demuestren un poco de confianza?—Cuestione en voz alta. —No me parece necesaria la lista.

—No quiero que se repita lo de la última vez. —Explicó mamá. Drake soltó una risita a mi lado.

—Al menos los bomberos ya no pedirán explicaciones. —Se defendió mientras seguía con su desayuno. —Respetaremos  las reglas y no haremos fiestas pero…

—¡Espera!  —Interrumpió mi padre poniéndose de pie y sacando su teléfono móvil del bolsillo. — Necesito grabar esto porque sé que será necesario en un futuro.

—¿Grabar  que?  —Pregunte un poco desorientada.

—La parte en la que dicen que respetarán las reglas, vamos. Diganlo al mismo tiempo. —Dijo con la cámara apuntando hacia nosotros y movió su mano con emoción. Drake y yo intercambiamos miradas, confundidos.

Así que como siempre terminamos accediendo y diciendo frente a la cámara de mi padre que  respetariamos las reglas.  Nos hizo prometerlo. Solte un suspiro, y cuando terminó de grabar Drake siguió hablando.

—Ahora,  lo que decía. ¿Es necesario que venga también  el hijo de la señora Every?  Porque desde ya aviso que no pienso cambiar ningún pañal, o prestar mis vídeos  juegos.

Aprendiendo a ser femenina © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora