AMOR Y DESEO (Flaviera)

11 - Televisión y pizza

Se creó un incómodo silencio.

Flavia se vistió y dijo: "¿Vamos a ver una película?"

Javiera: (intentando no parecer preocupada). "Sí, claro. ¿Tienes Netflix, verdad?

Flavia: "Sí, ya lo sabes. También Filmin".

Javiera: "Mejor Netflix, que no tengo muchas ganas de pensar. ¿Alguna comedia ligera? ¿Una serie?¿Qué te parece?

Flavia: "Pues hay una en youtube que es muy entretenida: "La Lola". Hay versión chilena pero yo veo la española porque la protagonista está muy buena (jajaja) y también es buena actriz. Es la Marina Gatell, una actriz catalana. En la Chilena sale la guapísima y extraordinaria Ingrid Cruz, aunque no sea la actriz principal. Solo por ella tengo pendiente ver la versión chilena."

Javiera: "No sé quién es esa tal Marina pero confío en ti. Adelante." "Y me apunto también para ver en otro momento a la maravillosa Ingrid".

Flavia: "Yo ya he visto unos cuantos capítulos pero no me importa verlos repetidos. Además, bajo una apariencia de humor ligero, profundiza (para aquellos que tengan una sensibilidad al respecto) en lo que significa identificarse como hombre o mujer. Me parece super interesante."

Javiera: "¡Al sofáaaaaaaaaa! (Y se tiró a él)

Flavia: "Hazme sitio, por favor" (Javiera estaba estirada todo lo larga que era. Flavia se sentó encima de ella riendo).

Javiera: "Estírate conmigo".

Flavia se estiró por delante de Javiera y ésta la abrazó quedando en posición cucharita.

Flavia cogió el mando de la televisión, puso youtube y seleccionó el capítulo de "La Lola". Los capítulos duraban treinta minutos y les entretenían tanto que se vieron ocho seguidos. Decidieron dejarlo porque ya comenzaban a sentirse un poco cansadas y tenían hambre.

Flavia: "Pidamos pizza. No se me da bien cocinar y apenas tengo nada en la nevera".

Cogió un folleto que tenía al lado del teléfono fijo. Como no se ponían de acuerdo decidieron escoger dos pizzas. Flavia quería la que llevaba piña. Javiera opinaba que ponerle piña a una pizza era un sacrilegio y se decidió por "la de cuatro quesos".

En media hora ya las tenían en la mesa de la cocina. Por curiosidad, Javiera probó la de piña con jamón y no le pareció mal. De hecho, le gustó mucho pero no quiso reconocerlo.

Bebieron zumo de piña. Flavia nunca tenía alcohol en casa. La Miri ya no vivía con ella pero temía que volviera a tener problemas con sus adicciones y no quería ser quien le facilitara el acceso al alcohol.

Cuando ya se hartaron de pizza, recogieron las porciones que quedaban y las metieron en la nevera para el desayuno.

Javiera: "Necesitamos una ducha, mi amor".

Flavia: " Ve tu primera. Coge las toallas que quieras del armario".

Javiera: "Ah, ¿pero no vienes conmigo?" (lo dijo fingiendo indignación)

Flavia balbuceó algo ininteligible. Javiera puso cara de interrogación.

Quedaron mirándose fijamente y en silencio.