Sé mi Chico Malo [Kazutora×Chifuyu]

||Capítulo 6||

Takemichi y Chifuyu se encontraban en la calle buscando al alfa.

-Chifuyu -dijo el otro rubio- No hemos encontrado ni una pista.

-Sigamos buscando. Hasta que no lo encuentre no pararé -afirmó.

Buscaron por cada lugar de la ciudad aunque fuera muy pequeño. Pero no dejó ningún rastro, ni de olor ni de arañazos.

-Esto es muy raro -pensó el oji-verde.

-Chifuyu -intervino el oji-celestes- Y si en vez de que fuera andando, ¿alguien lo haya capturado o llevado?

El menor al escuchar aquella hipótesis se sorprendió ya que tenía demasiado sentido.

-Y si fuera así, ¿quién querría a un psicópata?

-No lo sé... Aunque si te soy sincero todo esto para mí me está pareciendo que todo es planeado -dijo con un semblante serio en su cara.

-¿Y si llamamos a Draken? Si tiene información de quién puede ser el causante de todo, si lo hay, puede darnos una gran pista.

-Pues lo llamaré ahora -dijo el otro omega cogiendo su teléfono y marcando al alfa.

Draken

¿Si?

Draken, ¿tienes información
ya sobre quién puede ser
el problemático?

Se podría decir que si
y que no.

¿Eh?

Ya han llegado los demás
chicos. Y como sabéis Angry
y Smiley son policías entonces
nos han dado información sobre
esa droga. Pero eso queda
para más tarde. Lo que me preguntaste es que hay un jefe
superior que manda sobre todos
pero nunca se le ha visto la cara.
Por eso creemos que es él el que
está tramando todo esto, pero
por otra parte no se sabe
nada de él, pero los hermanos
intentarán conseguir esa
información.

Gracias, Drake.
Te dejo.

Adiós.

Takemichi colgó y miró a su compañero pensativo.

-Y si el culpable es ese superior, ¿que relación tiene con Kazutora? -preguntó Chifuyu.

-Ni idea. Por ahora concentrémonos en encontrar en alguna pista, luego volveremos a tu casa.

-Okey -ya con eso siguieron buscando algo que los llevase donde el paradero del alfa.

Media hora después

-

Takemichi. Creo que he encontrado algo...

.
.
.

-¿Le habéis inyectado más droga?

-Si. Pero se está volviendo a despertarse -anunció.

-Dejalo. Quiero hablar con él -sonrió.

Kazutora volvió a la realidad algo desconcertado. Solo podía sentir que estaba en el frío suelo de algún edificio y que tenía las manos atadas, los pies y una banda le tapaba los ojos y otra la boca para que no pudiese hablar.